El Ministerio de Defensa de Ucrania ha informado que su ejército ha abatido 21 drones lanzados sobre las ciudades de Vorónezh, Kursk y Belgorod, y un dron y dos lanchas rusas no tripuladas en el territorio recientemente anexado de Crimea. Un balance prácticamente ordinario que llega, esta vez, después de que los servicios de Inteligencia del Reino Unido publicaran que el ejército ruso encadena cinco meses «aumentando las bajas mensuales» y lleva tres seguidos «con máximos de bajas diarias». «El 28 de noviembre fue un nuevo día con un máximo de pérdidas en un único día, con 2.030, siendo la primera vez en que se registran más de 2.000», ha detallado la defensa británica, que fija en 1.523 las pérdidas de Rusia el pasado noviembre.

Según los números de Kíiv, Rusia ha sufrido 750.610 bajas desde el inicio del conflicto, en febrero de 2022. El país gobernado por Volodímir Zelenski añade que se han destruido 9.514 carros de combate, 21.043 sistemas de artillería, 1.200 sistemas antiaéreos, 369 aviones, 329 helicópteros, 20.023 drones, 28 embarcaciones y un submarino. El balance que llega desde Ucrania sirve al país para mostrar músculo, justo ahora que se entrará en el tercer año de guerra con un panorama cambiado a ambos lados del conflicto.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas | OTAN
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas | OTAN

Posible alto el fuego

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha insistido en que la prioridad de la alianza atlántica es enviar más ayuda militar a Ucrania de forma urgente. «Nuestra prioridad es más apoyo a Ucrania. Más defensa aérea, más munición y más rápido», ha dicho el líder de la OTAN. De hecho, algunos países de la alianza comienzan a especular con nuevos pasos que han estado vetados hasta ahora. El ministro de Defensa de los Países Bajos, Ruben Brekelmans, cree que la idea de enviar tropas europeas a Ucrania «quizás está ganando impulso». Aun así, la OTAN sigue reticente a que el país de Zelenski entre formalmente en la alianza.

Estas afirmaciones llegan en medio de diferentes rumores que apuntan a que las autoridades de Kíiv podrían abrirse a negociar un alto el fuego. Dentro de la misma OTAN se cree que las últimas palabras de Zelenski, que señala el 2025 como el año para lograr la paz, podrían ir en esta línea, según han publicado diferentes agencias internacionales.

El retorno de Donald Trump abre un período de incertidumbre / Melissa Melvin-Rodriguez/TNS via ZUMA Press Wire/DPA

Trump cambia el tablero de juego

La guerra en Ucrania se encamina hacia su tercer año con nuevas fichas sobre el tablero. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, un mandatario estrafalario e imprevisible, ha generado incertidumbre, tanto en Ucrania como en el Próximo Oriente. El secretario de Estado saliente de EE.UU., Antony Blinken, ha pedido no dejarse «engañar» por las palabras de Vladímir Putin. En EE.UU. afirman que el entorno del republicano ha mantenido conversaciones con Ucrania, tras ganar las elecciones. En campaña electoral, Trump dijo que quería acabar con el conflicto el «día siguiente» de la toma de posesión.

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