El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ha validado, finalmente, los resultados de las elecciones presidenciales y ha otorgado la victoria al presidente Nicolás Maduro, a pesar de las sospechas de fraude planteadas por la oposición y por la mayor parte de la comunidad internacional. La Sala Electoral del TSJ ha certificado «de forma inobjetable» los resultados difundidos y, por lo tanto, considera a Maduro como presidente electo de Venezuela para el periodo 2025-2031, a pesar de las acusaciones de una oposición que ha reclamado la difusión de las actas y al hecho que «exhorta» al Consejo Electoral a publicar los resultados «definitivos».
Los magistrados han concluido que no hay discrepancias entre los datos de las máquinas de votación y las facilitadas, lo cual permite «convalidar» los resultados y abre un nuevo capítulo en un proceso que la oposición ya consideraba sesgado desde un inicio, teniendo en cuenta del control del chavismo sobre los diversos poderes. El Supremo ordena además trasladar «de manera urgente» al fiscal general, Tarek William Saab, la información recaudada ante la posibilidad que durante el proceso puedan haberse cometido delitos de usurpación de funciones, falsificación de documentos públicos, instigación a la desobediencia o conspiración.
La oposición contrarrestó la ausencia de datos públicos por parte del CNE difundiendo en Internet unas actas que acreditarían la victoria de su principal candidato, Edmundo González Urrutia, que asumió el liderazgo de la campaña ante la persistencia de la inhabilitación política a María Corina Machado, vencedora de las primarias. Así mismo, la sentencia leída por la presidenta del tribunal, Caryslia Rodríguez, en presencia de ministras del Gobierno de Nicolás Maduro, ha apuntado a posibles delitos informáticos, insistiendo que el CNE fue víctima de un ciberataque «masivo» en plena jornada electoral.
La oposición rechaza la sentencia
Por otro lado, los dirigentes de la oposición han rechazado la sentencia del Supremo y han gritado a continuar defendiendo la «soberanía popular», alegando que el verdadero vencedor de esta cita fue González Urrutia. «La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo», ha reclamado el mismo González en su cuenta de la red social X, al poco de la lectura de una sentencia que mujer por buenas las conclusiones del Consejo Nacional Electoral (CNE), a pesar de que este órgano no ha difundido las actas oficiales.
Además, González, que ya antes había cuestionado la legitimidad del CNE y del TSJ, ha señalado que los órganos «emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos». El también opositor Henrique Capriles, candidato en las presidenciales de 2012 y 2013, ha afirmado que la sentencia «no resuelve ni cambia el que el pueblo venezolano decidió en paz con su voto», sino que profundiza la «#grave situación institucional» al país sudamericano, marcado por la «desconfianza» ciudadana en las instituciones.
La oposición ha presentado documentos que avalarían la victoria electoral de González y ha conseguido el apoyo de la mayor parte de la comunidad internacional. Los gobiernos del Brasil y Colombia han tratado de mediar en esta crisis, sin que por ahora el chavismo parezca dispuesto a realizar concesiones.