Lo Organización del Tratado del Atlántico Norte busca garantizar el apoyo de sus miembros a la resistencia ucraniana contra la invasión rusa. 840 días después de que las tropas del Kremlin lanzaran los primeros ataques contra territorio de Ucrania, el secretario general del OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, ha reclamado en los países miembros un «posicionamiento más contundente» por parte de los firmantes a favor de la inclusión de Kiev al entendimiento internacional. Pocas semanas antes de una cumbre clave, que se celebrará a Washington entre el 9 y el 11 de julio, Stoltenberg reclama a los aliados atlantistas un mensaje «claro» a favor que Ucrania «sea un miembro más de la alianza».
En una comparecencia preministerial celebrada esta misma tarde en la sede de la OTAN, Stoltenberg ha hecho un llamamiento, además, a mantener el ritmo de ayudas en gasto militar que los miembros de la organización han transferido a Kiev, que, hoy por hoy, se sitúa en unos 40.000 millones de euros. Esta cifra, pero, tiene que ser «un mínimo», atendida la escalada de una guerra que no parece tener final. Más allá del que pertenece exclusivamente al conflicto al este de Europa, el secretario general discutirá con los ministros de defensa de los países asociados bajo el tratado la posibilidad otras «actas hostiles» de Moscú contra el entendimiento atlántico. La premisa incluye la vigilancia contra «sabotajes, ciberataques y desinformación»; pero también contempla hipotéticos «actos de violencia». «Los aliados están tomando medidas decisivas» asegura, para mejorar «la protección de las infraestructuras críticas». «Las acciones de Rusia no nos parará en el apoyo a Ucrania», sentencia.

Hungría no será un obstáculo
Las declaraciones de Stoltenberg llegan pocas horas después de una reunión con el primer ministro húngaro, el ultra Viktor Orbán, que ha servido para asegurar que su gobierno encontrará fórmulas alternativas por no obstaculizar un «mayor rol» del OTAN en la ayuda en Ucrania. La organización permitirá que el gobierno húngaro, marcadamente próximo a Moscú, no participe de las ayudas del resto de países a la resistencia ucraniana. Orban, de hecho, ha agradecido el posicionamiento del secretario general, recordando que los tratados fundacionales de la entidad contemplan este tipo de iniciativas como «voluntarias». «Es algo claramente garantizado por Stoltenberg, hecho que permite en Hungría cierto margen de maniobra en una situación difícil», concluye.