Mientras la tensión crece en Gaza a la espera de la ofensiva militar del ejército israelí, desde los despachos de Tel Aviv han abierto un conflicto diplomático con las Naciones Unidas a raíz de las críticas del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, por los bombardeos israelíes sobre civiles de la Franja. Ante las declaraciones del embajador israelí, Gilad Erdan, Guterres ha hecho unas declaraciones dedicadas a los medios de comunicación este miércoles por la tarde para responder a las acusaciones que han propiciado contra la ONU. Guterres los acusa de «tergiversar» sus palabras y lamenta que desde Israel aseguren que en ningún momento «ha condenado los ataques de Hamás», cuando él lo ha hecho reiteradas veces. De hecho, es bajo este pretexto que Israel ha pedido la dimisión inmediata del secretario general.
«Es falso. Dije todo lo contrario», ha afirmado con contundencia el secretario general, y ha aprovechado las mismas declaraciones para mostrar, una vez más, consternación por los ataques de la milicia palestina que sorprendieron Israel ya hace más de dos semanas. «Creo que es necesario dejar las cosas claras, especialmente por respecto a las víctimas y a sus familias», ha sentenciado Guterres, que ha optado por no entrar a valorar algunas de las medidas que ha tomado Israel para condenar las palabras de la ONU, como por ejemplo denegar los visados a miembros de la organización internacional. Así pues, Guterres se defiende, pero sin la pretensión de hacer más grande el conflicto diplomático.

Sánchez, junto a Guterres
El intercambio de palabras y reproches también ha llevado a algunos países de la Unión Europea a levantar la voz. Este mismo miércoles, el presidente en funciones del gobierno español, Pedro Sánchez, ha defendido las polémicas palabras de Guterres que han abierto el conflicto. «Lo que está haciendo es levantar la voz de una mayoría amplia de las sociedades en el mundo que el que vuelan es una pausa humanitaria a la Franja de Gaza», comenta Sánchez desde Bruselas. El actual líder rotatorio del Consejo de Europa considera que el único objetivo de las palabras del secretario general es que «cese la muerte indiscriminada de personas que están sufriendo y que de alguna manera entre todos encontramos una vía diplomática que nos puede llevar a una resolución de esta grave crisis».