Los líderes de la junta militar golpista de Níger han decidido romper relaciones con Francia mientras crece la preocupación internacional por un conflicto en la región. Los militares nigerinos que la semana pasada dieron un golpe de estado han anunciado la cancelación de todos los acuerdos de cooperación militar con París. También han advertido que responderán ante “cualquier agresión” externa, en clara referencia a una posible intervención militar de varios países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao).
“Ante la actitud y reacción decepcionantes de Francia por la situación interna que prevalece en el país, el Consejo Nacional por la Salvaguardia de la Patria (CNSP) ha decidido denunciar los acuerdos de cooperación en materia de seguridad y defensa”, ha explicado el portavoz de la junta militar golpista, Amadou Abdramane, en un discurso televisado. Así mismo, el nuevo gobierno militar de Níger ha dejado sin funciones al embajador nigerino en Francia y también ha cortado lazos diplomáticos con los Estados Unidos, Togo y Nigeria por su contundente respuesta contra el golpe.

Actualmente, Francia dispone de unos 1.500 militares desplegados en Níger, sobre todo en una base aérea de Niamey, la capital del país. Las tropas francesas participan en una misión conjunta con Chad para luchar contra los grupos yihadistas del Estado Islámico y Al Qaeda. El golpe de estado supone un nuevo revés para la estrategia militar francesa en el Sahel, puesto que en el último año ha retirado sus tropas de Mali y Burkina Faso después de varias tiranteces con los nuevos gobierno militares surgidos de sendos golpes de estado.
África Occidental, dividida ante el golpe de estado
El golpe de estado en Níger amenaza de fracturar África Occidental, que cada vez está más dividida. Las juntas militares de Mali, Burkina Faso y Guinea han apoyado a los golpistas nigerinos, mientras que Benin, Senegal y especialmente Nigeria han mostrado su predisposición a liderar una intervención militar por deponer a los golpistas. La inestabilidad regional creada por la oleada de golpes de estado de los dos últimos años ha provocado una gran preocupación en la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), que hasta ahora no ha encontrado la manera de responder a las juntas militares más allá de las sanciones económicas.
El portavoz de los golpistas nigerinos, Amadou Abdramane, ha advertido que una “intervención militar en Níger corre el riesgo de agravar el sufrimiento de las poblaciones que se enfrentan a la inseguridad, la pobreza endémica y la desestabilización del Sahel a beneficio de intereses externos”. La junta militar amenaza de responder a cualquier acción militar de manera “inmediata”. Abdramane ha criticado las sanciones, puesto que considera que tienen como objetivo “hacer sufrir a la población de Níger”, a quien ha pedido calma mientras se estabiliza la situación y los golpistas consiguen el control total del país. Los jefes de estado de la Cedeao se reúnen este viernes en Abuya (Nigeria) para discutir cómo proceder en un conflicto que corre el riesgo de incendiar el Sahel.