El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, continúa endureciendo la ofensiva al sur de la Franja de Gaza y ha ordenado a sus tropas que avancen hasta la ciudad de Ráfah para poner punto final en la guerra que empezó el pasado 7 de octubre a raíz de un ataque de la organización palestina Hamás en Beirut: «Es imposible lograr el objetivo de la guerra de eliminar Hamás dejando cuatro batallones a Ráfah», ha indicado la oficina del primer ministro en un comunicado. De este modo, pues, con la nueva premisa, la ofensiva militar se centrará en el sur del territorio, una zona que todavía está habitada por población civil.
De hecho, es por este motivo que Netanyahu ha ordenado a las fuerzas de seguridad que elaboren un plan para evacuar la población y «destruir los batallones»: «Por el contrario, está claro que una actividad intensa a Ráfah requiere que los civiles evacuen de las áreas de combate», argumenta el primer ministro en el mismo comunicado. El sur de la Franja de Gaza es la zona donde se han desplazado los centenares de miles de personas que han tenido que abandonar su casa a causa de las bombas, por lo cual, con las nuevas directrices del ejército israelí, los miles de refugiados tendrán que volver a lanzarse a la carretera para encontrar un nuevo lugar donde sobrevivir.

Más de 28.000 palestinos muertos
A raíz de la contraofensiva israelí al ataque de Hamás del pasado mes de octubre, las autoridades palestinas cifran el número de víctimas mortales en poco más de 28.000. El número de heridos y de desplazados, pero, asciende por encima del millón. Durante estos cuatro meses de guerra, los dos bandos han hecho varios intentos para intentar poner punto final al conflicto, pero no han llegado a ningún acuerdo. Más allá de una tregua de siete días que permitió el intercambio de rehenes, cualquier tipo de acercamiento diplomático ha resultado infructuoso.