Las autoridades israelíes han suspendido la entrada de ayuda humanitaria a Gaza “hasta nuevo aviso” como represalia por la escalada que ha tenido lugar este domingo. Este anuncio por parte de Israel se da horas después de que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, diera la orden al Ejército israelí de actuar “con fuerza” en la Franja de Gaza. Netanyahu acusa a las milicias del movimiento islamista Hamás de haber violado el alto el fuego en vigor tras atacar este domingo una unidad militar en la ciudad de Rafah, al sur.
Desde la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, la UNRWA, han alertado de que el cierre de los pasos fronterizos tendrá graves repercusiones en todos los sectores, en particular en el ámbito sanitario”. Desde la UNRWA también se teme una recaída de hambre en la Franja de Gaza tras el anuncio de detener la entrada de ayuda humanitaria.
Este ataque de Hamás se habría producido contra una unidad de ingenieros y su refuerzo militar, según han informado fuentes de seguridad a varios medios israelíes.

Se descarta la reanudación de la ofensiva terrestre
Aunque Hamás ha asegurado que el ataque iba dirigido contra una milicia local financiada por Israel, el Ejército israelí ha denunciado que el asalto iba dirigido contra una unidad de ingenieros y un refuerzo de infantería, primero con el impacto de un misil antitanque contra una excavadora militar y después con disparos contra las unidades de apoyo. Ante esta situación, el Ejército israelí ha informado a través de un comunicado que, en respuesta al ataque, “las Fuerzas de Defensa de Israel han comenzado a atacar la zona para eliminar la amenaza y desmantelar túneles y estructuras militares utilizadas para actividades terroristas.
Desde las fuerzas israelíes ya habían informado que contemplaban lanzar nuevos ataques aéreos o restringir la ayuda humanitaria pactada, pero aseguran que descartan por el momento la reanudación de la ofensiva terrestre.