Después de que hace unas semanas se viviera un episodio de tensión dentro de Rusia para la insurrección de los mercenarios del grupo Wagner lideratos por Prigozhin, y que su jefe se exiliara en Bielorrusia por recomendación del presidente Lukashenko, los mercenarios que formaron parte de la revolución ya tienen una nueva tarea. El ministro de Defensa de Bielorrusia ha confirmado este viernes que los mercenarios del grupo Wagner lideran ya la instrucción de militares de las Fuerzas Armadas en algunos campos de entrenamiento del país: «Los reclutas aprenden las habilidades de moverse en el campo de batalla y tiro táctico, adquiriendo conocimientos en entrenamiento de ingeniería y medicina táctica», han señalado desde el servicio de prensa del ministerio.
Esta es la primera información que se sabe de los mercenarios desde que Putin los dio varias opciones, o exiliarse en Bielorrusia o desintegrar su grupo armado y pasar a formar parte de la armada rusa. Así pues, los mercenarios que participaron en la marcha que se acercó en Moscú y puso en jaque a Putin han conseguido incorporarse a las fuerzas bielorrusas, pero con tareas de formación.

Biden a Prigojin
Este pasado jueves, el presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, hizo unas declaraciones refiriéndose a Prigozhin que llevaban cierta intención. Todo y el tono de humor con el cual hizo las afirmaciones, Biden recomendó al líder de Wagner tener «cura» con el que come y «vigilar» su menú, haciendo así cierta ironía de un posible envenenamiento de Putin como consecuencias de la rebelión fallada de finales de junio. Unos hechos, pero, que el presidente ruso aseguró que no comportarían más consecuencias: «Si yo fuese él (Prigozhin), tendría cuidado con lo que como y vigilaría mi menú. Pero bromas aparte, no creo que nadie de nosotros sepa con certeza cuál es el futuro de Prigozhin en Rusia», espetaba el presidente norteamericano.





