El Despacho Oval del presidente Donald Trump es toda una pesadilla para la mayoría de líderes internacionales. Tras las reprimendas al presidente ucraniano Volodímir Zelenski y al sudafricano, Cyril Ramaphosa, ahora es Friedrich Merz quien se prepara para encontrarse cara a cara con el polémico magnate. El nuevo canciller alemán, consciente de las presiones con las que Trump y su equipo han asfixiado públicamente a los mandatarios internacionales que han desfilado previamente por la Casa Blanca, espera regresar a casa con una imagen de líder fuerte e influyente, que represente dignamente la principal economía de la Unión Europea (UE).

Desde que asumió el cargo a principios del mes pasado, Merz ha luchado por liderar Europa en cuestiones como el comercio internacional, la seguridad conjunta o el peso diplomático en las negociaciones de paz en Ucrania. Sin embargo, la verdadera prueba de fuego es ahora, entre los muros del despacho de Trump. El magnate y ahora presidente estadounidense ha sido especialmente crítico con Alemania, país que ve más como un competidor que como un socio fiable. El demócrata cristiano, que recientemente se ha puesto en contacto con Cyril Ramaphosa para preguntarle sobre su experiencia como invitado en Washington, espera poder cerrar filas con los EE.UU. en cuanto al compromiso de defensa de Europa, deber que la Casa Blanca aún mantiene pese a las recurrentes amenazas de Trump de anularlo. En este sentido, Merz pondrá sobre la mesa nuevas sanciones contra el Kremlin coordinadas entre los EE.UU. y Europa, especialmente sobre las importaciones de petróleo y gas ruso.

El president d'Ucraïna, Volodímir Zelenski, aguanta estoicament els atacs del president dels EUA, Donald Trump / Europa Press/Contacto/Jim LoScalzo - Pool via CNP
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aguanta estoicamente los ataques del presidente de los EE.UU., Donald Trump / Europa Press/Contacto/Jim LoScalzo – Pool via CNP

Por otro lado, el alemán intentará reconducir a Trump en cuanto a su hostil política arancelaria contra la UE. En estos momentos, la imposición del 50% sobre las importaciones de los 27 se encuentra aplazada hasta el 9 de julio. Merz podría recurrir a la cooperación en materia de defensa para ganarse el favor del republicano, ya que, recientemente, los legisladores alemanes anunciaron que eliminarían los límites de endeudamiento para alcanzar el 5% del PIB en el presupuesto de defensa que los EE.UU. exigen a los socios transatlánticos. Si bien este aumento aún no se ha materializado, Berlín ha asegurado que cumplirá con la condición que Trump lleva tiempo pidiendo a los miembros de la OTAN.

La situación de la extrema derecha en Alemania, posible foco de tensión

Merz criticó al republicano durante su última campaña electoral, y este, lejos de olvidarlo, no ha ocultado su preferencia por otras opciones dentro del espectro político alemán, mostrando su predilección por el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). En la misma línea, el vicepresidente JD Vance cargó contra el llamado «cortafuegos» del sistema político alemán, que impide a los principales partidos de extrema derecha como AfD llegar al gobierno. Vance, de hecho, se reunió en febrero con la líder del partido ultra, Alice Weidel, para expresarle su apoyo antes de las elecciones anticipadas -en las que finalmente quedó en segunda posición. Sin embargo, se cree poco probable que Merz ceda respecto a esta herramienta política de contención del extremismo, teniendo en cuenta que anteriormente ha pedido a Washington que se distancie de la política interna de Berlín.

En términos generales, los funcionarios alemanes se muestran optimistas con el viaje de su canciller al temido Despacho Oval. Merz vivió muchos años en los EE.UU. y, a diferencia de sus predecesores, habla inglés con facilidad. Ya ha mantenido conversaciones telefónicas con Trump, y parece haber buena sintonía entre ambos. Tras un inicio complicado, en el que necesitó dos votaciones en el parlamento para proclamarse presidente -algo sin precedentes en la historia reciente del país-, el alemán se ha dedicado a tejer alianzas por Europa, pero ninguno de sus viajes tenía la trascendencia de este. Tanto para Alemania como para el resto de Europa, mantener el apoyo de Washington es esencial en los convulsos tiempos actuales. Quedará por ver, entonces, si el encuentro transcurrirá con tranquilidad o se darán situaciones como las de la atropellada visita de Zelenski al Despacho Oval.

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