Xavi Coral ha acudido a
¿Y de qué se ha tratado? Ha recordado una de las escenas que más le sorprendió de su experiencia como corresponsal de TV3 en Bruselas: «Recuerdo que habían organizado una gran manifestación con muchos catalanes que fueron hacia allí. Yo estaba en un tipo de tarima para retransmitir qué iba pasando y, de repente, la gente me vio allí y toda la plaza empezó a chillar
Pocas personas lo sabían, pero Xavi Coral ha recordado que tocó en un grupo de música durante tres años cuando era joven. Ahí, tocaba el teclado y también cantaba. ¿Cómo se llamaban? «Logaritmo neperiano«, que representa una función matemática que siempre es ascendente «como tenía que ser nuestro grupo… pero la cosa se giró». Hicieron una gira por los institutos de Terrassa y todo, dice: «Estar encima del escenario y ver que suena es una de las sensaciones más bonitas».

Una de las oyentes ha sido cotilla y le ha preguntado si es cierto lo que se rumorea sobre su mala relación con Espartac Peran: «¿Qué hay de cierto en lo que se comenta sobre los celos que hay entre vosotros porque uno puede cortarse las puntas del pelo y el otro no?». Xavi Coral ha reído de lo lindo y ha dicho que no compiten en ese sentido: «Yo continúo lavándome el pelo con champú con la ilusión que el efecto haga algo. No hay ningún efecto, por eso. Hace muchos años que soy calvo, me empecé a quedar calvo cuando tenía 23 o 24 años y antes de los 30 ya estaba fatal. La gran ventaja es que ser calvo desde joven hace que parezca que no envejezcas».
Ahora bien, sí que tienen alguna enganchada: «Espartac siempre me dice que tiene las piernas más bonitas que yo. Él considera que tiene la musculatura de los cuádriceps mucho más desarrollados… que no tiene por qué ser más bonito porque las mías están más equilibradas. Él es pellut, encima, le sobra piel por todas partes y yo se lo digo siempre».

Xavi Coral comparte dos de sus experiencias más traumáticas
Entre otras cosas, ha revelado que no es creyente o que se ha hecho un masaje turco en Estambul que ha sido horrible: «Recuerdo que no se veía casi nada y que había un señor muy grande y muy peludo con bigote que se tiró encima y me estuvo pegando puñetazos, que me exfolió con un tipo de estropajo y acabé hecho polvo. No relaja nada».
También ha dicho que ha vivido momentos incómodos como el siguiente que ha narrado: «Vino una mujer con su hija, que tendría unos 17 años, y me preguntó si querría hacerme una foto con ella. Le dije que ningún problema y, de repente, veo que se gira y le dice a la chica