3Cat estrenará esta noche un documental de esos impactantes que pueden poner los pelos de punta. El programa Sense ficció emitirá este martes Et faran un home, que destapa la violencia en la mili con testimonios inéditos tras una larga investigación de un equipo de TV3. Los jóvenes que hicieron el servicio militar obligatorio durante los primeros años de la democracia sufrieron una violencia estructural de la que se hablará ahora, por primera vez, 40 años después de los hechos.
No ha sido fácil, pero han conseguido que 10 testimonios relaten a la cámara la violencia que ha marcado sus vidas. Y es que, durante el servicio militar, habrían recibido «golpes, gritos, palizas, insultos, torturas e, incluso, violaciones» por parte de soldados veteranos. A menudo esto ocurría bajo los efectos del alcohol y con el consentimiento de los mandos militares, unos relatos durísimos que han sido silenciados hasta ahora.

Mireia Prats pide que los hombres levanten la mano para iniciar un nuevo ‘me too’
En una conversación con El Món, Mireia Prats nos explica que la investigación comenzó a partir de un caso de la Compañía de Esquiadores y Escaladores de Vielha, que fue uno de los escenarios de violencia entre soldados. Los veteranos del cuartel del Valle de Arán torturaban a aquellos que acababan de llegar y, lo peor de todo, es que lo hacían delante de unos mandos que no hacían nada para detenerlo. Cuando la periodista conoció esta historia de la mano del cámara Albert Arean, rápidamente comenzó a investigar si podrían haber ocurrido hechos como estos en otros cuarteles.
La sorpresa fue mayúscula cuando ampliaron el foco y se dieron cuenta de que el caso era mucho más grande de lo que creían inicialmente: «Esto también ocurría en otros cuarteles españoles. Y empezamos a encontrar un montón de testimonios en Mallorca, Madrid, Vitoria, las Islas Canarias… Ha sido increíble. Al final, lo que hemos querido radiografiar es que esta era una violencia sistémica y aleatoria en toda España«.
La periodista de 3Cat Mireia Prats y el realizador Joan Torrents han podido hablar con 25 testimonios de hombres que hicieron el servicio militar en los años 80 y 90. Todos ellos confirman que estas torturas y tratos vejatorios eran sistemáticos y, tristemente, confirman que muchos jóvenes acosados que intentaban denunciar la situación acababan en un tribunal militar por desertores o suicidándose directamente porque no lo soportaban más. Aún no se atreven a evaluar qué significará todo esto todavía, ya que no saben si los hombres se atreverán a denunciar.
Ellos confían en que lo hagan y dejemos de hablar de la mili en tono de broma: «Se debe empezar a hablar de la dureza y el sufrimiento que pasaron muchos chicos en la mili. Si se animan a levantar la mano, puede abrir la puerta a un me too de hombres y creemos que esta es una carpeta que nos faltaba, ya que hasta ahora solo hemos hablado de la violencia hacia las mujeres y de los abusos infantiles en la iglesia. Estamos abriendo muchas carpetas de hechos históricos de acoso y faltaba la militar«.
🔴 “Et faran un home”, aquesta nit al @senseficcio
— Els matins TV3 (@elsmatins) December 3, 2024
El documental estapa els abusos i la violència sistemàtica que patien alguns dels qui van fer la mili #ElsMatins3Cat #EtFaranUnHome3Cat
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¿Por qué no se ha abierto este melón hasta ahora?
Mireia Prats considera que ha habido mucho silencio sobre este tema por dos motivos. El primero, porque las víctimas tenían mucha vergüenza y un bloqueo que es habitual en este tipo de casos. Además, que muchos de estos hombres quisieron seguir adelante sin explicar a nadie lo que les había pasado en la mili: «El trauma ha hecho que, en muchos casos, lleguen a olvidarse directamente de lo que sufrieron. Y esto lo hemos visto en muchas entrevistas, en las cuales los supervivientes nos decían que iban recordando lo que les había pasado el silencio a medida que hablaban con nosotros». El silencio ha sido muy largo, de 30-40 años, porque las víctimas lo han querido expresamente y también «porque ha habido un encubrimiento militar y un silencio expreso»: «En su momento, hicieron la vista gorda porque ya les venía bien y les ha ido de maravilla que nadie dijera nada«.
Es importante destacar que en este documental no aparecen militares porque este es un documental coral de los supervivientes: «A los mandos militares los hemos dejado como de lado porque eran unos encubridores, pero muchas veces esta era una violencia entre iguales porque era entre soldados. Los veteranos no estaban dentro de los mandos militares, eran chicos de 20 contra chicos de 18 años», dice. De hecho, consideran que esta era una violencia «sistémica entre iguales» y también «cíclica«, ya que la violencia que ejercían los veteranos a los jóvenes después se repetía cuando estos llegaban a veteranos.
«Los militares lo miraban todo de reojo porque ya les venía bien que se entretuvieran y pensaban que eso los fortalecía«, asegura la creadora. Tampoco han querido señalar militares que hicieron como quien no ve con nombres y apellidos porque los delitos están prescritos judicialmente: «Este es un documental que no tiene el objetivo de llegar a los juzgados, pero sí que quiere llegar a la sociedad para que se sacuda y salga este me too de los cuarteles militares de los años 80″.