Hace días que el grupo de Com si fos ahir se ha reincorporado a la rutina después del verano. Las tramas de la serie avanzan a medida que se van descubriendo secretos y detalles concretos que serán clave para las próximas semanas. Los guionistas saben explotar temas que les funcionan, pero hay algunos ingredientes inamovibles que destilan la esencia de esta ficción catalana. Uno de ellos son las relaciones amorosas de los personajes, algunos con más suerte que otros. En el caso de Eva (Alícia González Laá), su historial es bastante largo y pesado. Esta mujer tan despierta y buena persona, siempre con una sonrisa en los labios y dispuesta a creerse todo lo que le dicen ha caído bajo las garras de más de un hombre que se ha aprovechado de su buena fe. Solo hay que recordar la octava temporada donde dos hombres estuvieron mareándola y complicando su vida.
Eva regresa a la acción tras una temporada de desamores
Después del verano, Eva ha vuelto con ganas de enamorarse. Lejos queda la estabilidad de su relación con Litus (Pepo Blasco) -con algunas idas y venidas complicadas-. La responsable del Gim Rabbit ve que su entorno está marcado por parejas que parecen muy unidas, como Sílvia (Montse Germán) y Francesc (Eduard Buch). Ella ha decidido que es el momento de volver a abrirse y ha decidido que para hacerlo probará suerte con las aplicaciones de citas. Quizás no ha sido la mejor manera si quería ahorrarse una decepción. Animada por Marcel (Nil Cardoner) e Isern (Arnau Berlanga) ha terminado aceptando un match con un hombre.

En el capítulo de este jueves 25 de septiembre, Eva ha quedado con un hombre para cenar en el bar Flora. La conversación ha sido fluida y se la veía muy tranquila y cómoda. Eva se ha sincerado admitiendo que se siente sola y a pesar de que no tiene mucha experiencia en el mundo de las apps de citas, no lo está pasando nada mal. La peor parte de todo esto aún no ha llegado.

El hombre que ha quedado con Eva, interpretado por el actor Jordi Muixí, le propone terminar la noche en su casa, con intenciones de ir más allá, pero ella no lo ve claro, no tiene ninguna prisa y él, aparentemente, parece que lo acepta. Con la excusa de que se ha dejado la cartera en el coche y que quiere ir a buscarla para pagar la cena, la termina dejando plantada en el restaurante sin pagar ni despedirse.

Más tarde Eva se acerca al Gim Rabbit, donde se encuentra con Marcel, quien la escucha desahogarse después de esta nueva decepción amorosa. Lo que ella aún no sabe es que el chico ha recibido una oferta de trabajo de Salvatore para ser fontanero en Nápoles. Él, viéndola tan triste y abatida, no se atreve a contarle que quiere dejar Barcelona, pero en algún momento tendrá que ser sincero con ella.

Los desastres amorosos de Eva en ‘Com si fos ahir’
Como decíamos, Eva es uno de esos personajes del Comsi que no tienen mucha suerte en el amor. Al menos, solo hay que mirar su historial: un poeta pretencioso que estuvo a punto de destrozar su relación con Litus o Lluc, el primo «facha» de Gina (Meritxell Huertas), lleno de comentarios xenófobos y racistas de todo tipo. El último desastre amoroso se traslada a la última temporada con Rodri (Ivan Benet). Un falso médico que se hacía pasar por traumatólogo y que casi la deja sin dedo después de que ella le pidiera que la operara porque solo confiaba en él para la intervención.

Por culpa de esta fatídica relación llegaría a su vida Lluís, un paciente que había sido víctima de una negligencia de Rodri y que se había quedado sin movilidad en el brazo. Ella, siendo ingenua, comenzó a preocuparse por él y Lluís, viendo las atenciones que recibía, pensó que había algo más que amistad entre ambos. Después de cruzar más de una vez un par de líneas rojas, Eva lo terminó mandando bien lejos, harta de tolerar rabietas y victimismos de un hombre que realmente no conocía.

Sea como sea, esta cita desastrosa se suma al largo historial de Eva, a la espera de que los guionistas encuentren una pareja adecuada y en condiciones para esta pobre mujer que solo quiere enamorarse.