Fran Antón, el marido de Kiko Hernández, ha comenzado una huelga de hambre que ha dejado a todos muy sorprendidos. El empresario reacciona, de esta manera tan impactante, al cierre que han hecho del local que regenta en Melilla desde hace casi un año. Considera que es “injusto” que hayan cerrado el club sin ninguna explicación o argumento sólido. Ahora que estaba triunfando, las autoridades han decidido precintarlo después de unos meses de investigaciones. El marido del tertuliano de televisión se ha atrincherado en la puerta del establecimiento y ha asegurado que no volverá a comer hasta que le ofrezcan una solución.
“Nos han clausurado el local por motivos que no puedo decir y que desconozco. Dicen que no podemos hacer nada, ni siquiera entrar a recoger las cosas que había dentro”, ha lamentado en un vídeo que lo muestra con lágrimas en los ojos y que ha querido hacer público para denunciar la situación. Con la licencia del local en la mano, asegura con contundencia que está “vigente” y que no entiende qué ha pasado.
Fran Antón lamenta el cierre de su local
Ha decidido quedarse en la puerta porque este era un mes “de mucho trabajo” y muchos eventos. Desesperado porque no sabe cómo arreglar las cosas, se ha plantado allí y se ha declarado en huelga de hambre para presionar a las autoridades a decirle algo: “La Justicia no está de nuestra parte, así que me he encadenado aquí y haré huelga de hambre hasta que esto no se solucione o nos digan algo”.
El marido de Kiko Hernández ha pasado su primera noche a la intemperie, unas horas complicadas en las que ha recibido el apoyo de amigos y vecinos que se han acercado: “Me han traído mantas y abrigos, muchas gracias”.

Kiko Hernández ha confirmado a La Razón que apoya la iniciativa de Fran y denuncia que sufren una campaña de acoso muy fuerte por parte de las autoridades de Melilla. De hecho, ha llegado a interponer una denuncia por homofobia porque han publicado un vídeo manipulado en el que parece que aparece besándose con un político de allí.

