Laura Escanes y Risto Mejide fueron padres de su única hija en común en octubre de 2019. El presentador y la influencer han mantenido el anonimato de la niña desde que nació y nunca han publicado ninguna fotografía de su rostro en Instagram. Mientras que la gran mayoría de creadores de contenido sí comparten imágenes sin ocultarla, ellos prefieren ser prudentes y evitarlo. Siempre es peligroso no saber dónde acabarán esas fotos, en caso de hacerlas públicas, y más aún si los padres son famosos, lo que implica que cualquier persona podría situarla con los riesgos que esto conllevaría. Ahora, en una entrevista que ha compartido el SX3 de 3Cat, ella ha dado más detalles sobre el tema. Dice que Internet da «mucho miedo», uno de los motivos principales con los que justifican la decisión de haber protegido el rostro de la niña desde el primer momento.
«El hecho de no haber mostrado nunca cómo es el rostro de la niña hará que no la reconozcan si un día está con las amigas en el parque sin mí, con mi madre o sola con las amigas, cuando sea más grande. Esto es algo que nos da tranquilidad tanto a mí como a su padre, que no le estarán haciendo fotos o que no le estarán preguntando cosas que no corresponden«, comienza.
Risto ya era muy famoso cuando tuvieron a la niña y su matrimonio catapultó a la fama a la influencer, así que la expectación mediática que los rodeaba era enorme. Ante eso, ambos habrían tenido «superclaro» que la única opción que tenían era proteger a la niña fuera como fuera: «Siempre que podamos protegerlos, lo debemos hacer. Ni siquiera me lo llegué a plantear, eso de mostrar su rostro públicamente». La conversación entre ellos habría sido «muy natural«, ni siquiera se preguntaron si la enseñarían o no: «Creo que los dos lo teníamos superclaro y es de las mejores decisiones que hemos tomado«.

Laura Escanes, arrepentida de todo lo que ha explicado públicamente sobre su maternidad
Laura Escanes, más allá de ocultar siempre el rostro de la niña o de publicar sus fotos siempre de espaldas, tenía claro que también era importante no explicar muchos detalles de su maternidad. Cuando se convirtió en madre, reconoce que enloqueció un poco y todos sus pensamientos giraban en torno a la maternidad y la educación de la pequeña Roma. En aquel momento, era muy habitual escucharla hablar sobre la comida que le daba o los libros que leía sobre el tema. Cree, ahora que ha pasado el tiempo, que quizás habló demasiado sobre el tema: «Con el tiempo me he ido arrepintiendo un poco de quizá haber explicado demasiado«.
«No todo es no enseño su rostro y ya está. Muchas veces, incluso, me culpo a mí misma de quizá explicar demasiadas cosas que no debería explicar», dice. Muchas de sus compañeras de profesión lo explican absolutamente todo sobre los hijos, hasta el punto de también dar detalles de cuando se ponen enfermos. Laura Escanes tiene claro que esa sobreexposición no es necesaria: «Pensar en toda la gente que puede leer y ver todo aquello…«.
Uno de los momentos en que más miedo pasó, hablando sobre esta protección de la hija, ocurrió hace unos años cuando la niña todavía no caminaba del todo. Era solo un bebé cuando fue a recogerla de la guardería. La tenía en brazos cuando, de repente, se dio cuenta de que había unos paparazzi haciéndoles fotos: «Qué innecesario que mi hija tuviera que vivir eso… Todo el tiempo pensaba que si esto me pasaba a mí, no quería ni siquiera imaginarme qué debía pasar en otra escuela como aquellas del mundo de Gerard Piqué y Shakira. Creo que no es justo para los niños«.

