La ministra de Sanidad, Mónica García, trabaja a contrarreloj para consensuar y blindar todos los detalles del nuevo estatuto marco de los trabajadores del sistema sanitario. Este miércoles, la responsable de la cartera de salud del gobierno español se ha reunido con sus homólogos de todas las comunidades autónomas para comunicarles sus intenciones sobre este nuevo marco regulador, que ya lleva cerca de tres años debatiéndose en las mesas de negociación. Y el objetivo es claro: que el nuevo marco se lleve al Consejo de Ministros a lo largo del otoño, ya que esto les permitiría dar el paso al Congreso de los Diputados: «La legislación tiene un tránsito muy largo, debe pasar por muchos lugares y yo necesito que esta ley llegue al Congreso. Si hay alguna maniobra dilatoria que no quiere que sea así, que lo diga, pero nosotros necesitamos que este texto llegue al Congreso de los Diputados y pueda ser debatido aquí», ha defendido García en la rueda de prensa posterior a la reunión, donde también ha asegurado que, en caso de no poder cumplir con este plazo, sería «condenarlo al cajón».
Durante su breve comparecencia, la ministra ha asegurado que, después de cerca de tres años de negociaciones y casi una cuarentena de reuniones, el texto del nuevo estatuto marco ya está consensuado en un 95% con los sindicatos. Las organizaciones sindicales, sin embargo, no ven la situación de la misma manera. Por su parte, el sindicato de enfermería SATSE denuncia que el ejecutivo de Pedro Sánchez está intentando «cerrar precipitadamente una negociación que aún está lejos de alcanzar el consenso imprescindible». Por este motivo, desde la organización de enfermeras han enviado este mismo miércoles una carta a la consejera de Salud, Olga Pané, en la que piden su «implicación para garantizar un acuerdo global que asegure la financiación necesaria [uno de los aspectos que aún está pendiente en las mesas de negociación]».

Retribuciones, jubilación anticipada y financiación
Durante el encuentro con los consejeros de salud de las diversas comunidades del estado, la ministra de Sanidad ha asegurado que algunos de los puntos que dificultan el consenso definitivo sobre el nuevo estatuto marco son «las retribuciones» o «la jubilación anticipada». El motivo, según alega la titular de la cartera, es que son dos cuestiones que exceden las competencias de su ministerio. En este sentido, García considera que son demandas que deberían resolverse en los ámbitos correspondientes: «Sean las comunidades autónomas o el Estado, a través de los presupuestos generales del Estado». Aun así, independientemente de los detalles que aún se deben pulir, la ministra defiende que este nuevo marco regulador «cambiará el paradigma de las condiciones laborales de los profesionales de las próximas décadas»: «Este texto cuida a quienes nos cuidan porque este es uno de los aprendizajes que nos dejó la pandemia», ha exclamado García
Esta, sin embargo, no es la única piedra en el zapato que complica las negociaciones del nuevo estatuto. Los consejeros han pedido al gobierno español que el nuevo marco estatutario cuente con un informe de viabilidad, solvencia jurídica y compromiso presupuestario por parte del ministerio para continuar con las negociaciones. La Moncloa, sin embargo, considera que es necesario abordar primero las medidas antes de tratar la financiación: «Cuando las comunidades nos dicen que primero deben hablar de financiación antes de hablar de medidas, nosotros lo que les decimos es que hablaremos de las medidas y, en función de eso, sabremos cuánto financiación hay», ha rematado la ministra. Unas discrepancias, pues, que confirman que aún hay mucho trabajo por hacer. La próxima cita con los consejeros para avanzar en el marco regulador será durante la primera quincena y, posteriormente, se volverán a convocar los sindicatos a las mesas de negociación para terminar de perfilar los detalles.

Los médicos reclaman un estatuto propio
Por su parte, los sindicatos de médicos, agrupados en la Agrupación Profesional por un Estatuto Médico y Facultativo (APEMYF), se han concentrado este miércoles a las puertas de la sede del ministerio para reclamar, una vez más, un estatuto laboral propio para su colectivo. Las dieciséis organizaciones sindicales que conforman la entidad, entre las que se encuentra el sindicato Metges de Catalunya, exigen un nuevo marco regulador «negociado en una mesa exclusiva que garantice unas condiciones de ejercicio profesional dignas que tengan en cuenta las particularidades específicas de los médicos». En el manifiesto que han leído durante la concentración, los médicos denuncian que sufren una sobrecarga laboral «sin parangón», motivo por el cual consideran que merecen un estatuto laboral independiente: «La extensión de las jornadas laborales y las guardias generan un exceso de horas que no es adecuadamente compensado, ni económicamente, ni en descansos, ni en tiempo computable para la jubilación», ha exclamado. De momento, sin embargo, la Moncloa no contempla ofrecerles un estatuto independiente.