El embalse de Ulldecona, que se encuentra justo al cruzar la frontera con el País Valenciano, ha pasado de estar seco a acumular 6,15 hectómetros cúbicos de agua en cuestión de días, según explica la ACN. El paso de la DANA por el litoral valenciano y catalán ha permitido que el embalse, que había estado varios meses sin reservas, alcance el 60% de su capacidad en una semana. Un hecho notable teniendo en cuenta las explicaciones de los expertos; los embalses secos son más difíciles de llenar porque la lluvia debe impregnar de agua el suelo, primero, para que el embalse pueda comenzar a crecer después.

Las lluvias de la semana pasada han mejorado unos registros hasta ahora críticos. De hecho, la Confederación Hidrográfica del Júcar había decidido cerrar el uso agrícola del agua del embalse, retiró los peces que vivían allí y alejó las especies invasoras. Los responsables remarcaron entonces que la ausencia de agua generaba un «preocupante descenso de los niveles de oxígeno», hecho que podía conducir a la muerte de más especies. Este hecho, incidían, podría haber rebajado la calidad del embalse. El pasado julio, el embalse estaba al  4% de su capacidad, lo que aceleró estas medidas.

Un ciclista pasa por un puente sobre el embalse de Ulldecona crecido, en la Pobla de Benifassà | Jordi Marsal (ACN)

446,8 litros por metro cuadrado

A finales de verano hubo algunas lluvias puntuales, pero poco abundantes para revertir la situación. De hecho, el máximo registrado en los últimos meses en el embalse de Ulldecona era de 0,17 hectómetros cúbicos. En todo caso, el temporal de la DANA ha dejado registros casi insólitos de lluvia. Según los datos del Servicio Meteorológico de Cataluña, entre el 25 de octubre y el 4 de noviembre, se han registrado 446,8 litros por metro cuadrado en la estación del parque natural de los Puertos o los 310,7 en la del Mas de Barberans.

El embalse abastece a unas 600 personas de la Comunidad de Regantes de Ulldecona y permite garantizar el caudal del río Cenia, que desemboca cerca del Delta del Ebro y estos meses había bajado prácticamente seco.

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