El incendio de Portbou ya hace un par de días que quema. La situación, pero, es mucho diferente a cuando empezó. Desde ayer a las nueve y media de la noche, el cuerpo de Bomberos de la Generalitat han dado por estabilizado el incendio que crema en el Alt Empordà. Las llamas, pero, siguen vivas. Durante toda esta noche una quincena de dotaciones han continuado trabajando activamente porque el fuego se mantuviera a raya, puesto que el viento de tramontana ha vuelto a coger mucha fuerza, cosa que podía haber ocasionado un repunte de las llamas. De hecho, esto es justamente el que ha pasado, a pesar de que el fuego continúa controlado.
A raíz de la buena progresión de los trabajos de control de los Bomberos, ayer al atardecer, un par de horas antes de que dieran el fuego por estabilizado, el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, ya levantó el confinamiento que se había aplicado en Colera, Portbou y tres urbanizaciones de Llançà. Y no solo esto, también se restableció la circulación de trenes entre Figueres y Cervera de la Marenda, mientras que a la carretera N-260 se hacen controles de tráfico, pero solo pueden circular vecinos y quienes vaya a trabajar. Para recuperar fuerzas, el jefe del operativo de los Bomberos, Jordi Martín, ha explicado que relevarán la octogésima de dotaciones que hay al terreno trabajando desde viernes y que llevarán nuevos efectivos para seguir combatiendo el fuego con dos medios aéreos más: «La voluntad de mañana es pasar a un incendio muy controlado con el paso de las horas», asevera.

Investigación abierta
Así pues, con las llamas controladas, los Agentes Rurales centran sus esfuerzos a determinar qué ha sido lo detonante que ha ocasionado el fuego y ha calcinado un total de 573 hectáreas. De momento tienen claro cuál es el punto de origen del fuego, y todas las miradas se centran en qué el incendio ha sido provocado por la acción humana, ya sea intencionada como negligente.