Cinco años después del desastre ecológico que arrasó con buena parte de la flora y la fauna, el río Besòs ha vuelto a sufrir un vertido de sustancias tóxicas con consecuencias fatídicas para este frágil ecosistema. El vertido tóxico provocado por el incendio en una industria de Polinyà ha causado ya la muerte de más de un millar de peces. En concreto, se han visto afectados ejemplares de las siete especies que hay en la zona, entre ellas la anguila, en peligro de extinción.
Así lo ha explicado en declaraciones a la ACN Tomás Carrión, director de Servicios de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet, que ha precisado que se trata de datos provisionales, que se acabarán de cerrar en los próximos días, cuando también evaluarán posibles consecuencias en los pájaros y otras especies que viven alrededor del río. Precisamente, Carrión ha calificado la afectación de «grave» y «comparable» con accidentes anteriores como el del 2019.
Hay que recordar que el fuego empezó el viernes de madrugada en un polígono industrial de la localidad de Polinyà y afectó a varias naves que contenían productos químicos. Los Bomberos no lo dieron por extinguido hasta este sábado por la tarde. Según ha informado la Agencia Catalana del Agua, gran parte del agua utilizada para apagar el incendio fue a parar a la depuradora de la Llagosta. El problema es que no toda pudo ser absorbida, puesto que contenía una sustancia nociva incompatible con el tratamiento de la planta mencionada, de forma que acabó llegando al río.

El parque fluvial y la playa del Fòrum, cerrados al menos hasta lunes
En este sentido, el parque fluvial continúa cerrado y el comité responsable decidirá si puede reabrir mañana lunes. También está cerrada la playa del Fòrum de forma preventiva y la bandera roja luce a en la zona de baños del Fòrum. El resto de playas de la capital catalana más próximas al río también se han visto afectadas, pero en un grado más bajo, de forma que tienen izada la bandera amarilla este domingo.