Plataforma per la Llengua reivindica la relación entre la lengua y la identidad catalana como antídoto contra las «actitudes intransigentes». Esta es la principal conclusión que surge del seminario anual que organiza la ONG del catalán, que este sábado ha reunido a cerca de 200 personas en la Casa Convalescència de Barcelona. La entidad apunta que este encuentro refuerza este vínculo entre dos conceptos que van unidos. «La lengua es un elemento sólido y visible que contribuye a fortalecer la identidad en un momento de grandes transformaciones y cambios sociales. La lengua es un elemento eminentemente abierto e integrador, disponible y asequible para todos. Esto es una virtud que permite incluir nuevos hablantes y nuevos miembros de la comunidad en este mundo global», resumen desde la organización. Las tres ponencias del día, que abordan este «potencial integrador de la lengua», estarán disponibles próximamente en la plataforma YouTube.
Comienza un nuevo #Semicercles, el seminario de sociolingüística de Plataforma per la Llengua. 🎓
— Plataforma per la Llengua #LaVeuQueCreix 📢 (@llenguacat) October 19, 2024
Este año, bajo el título «La pertenencia a un pueblo. La lengua y la identidad a debate» en la Casa Convalescència de la @UABBarcelona. pic.twitter.com/JgnSyT0vYC
Antoni Simon Tarrés, catedrático de Historia Moderna de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), abrió el fuego con un repaso de la construcción estatal-nacional española. El catedrático sostiene que entre 1580 y 1714, la lengua castellana actúa como elemento expansivo de la monarquía, pero que «tiene la dificultad de imponerse al resto de lenguas autóctonas». A partir de aquí, su ponencia ha abordado la situación del catalán entre 1714 y 1879. Simon detalla que en una segunda fase, que llegaría hasta 1812, la nación política [española] se asocia a una lengua y que posteriormente el estado nacional-liberal termina «enfrentándose» a ella.
El contexto histórico sirve para entender el modelo de lengua actual. El catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Augsburgo, Peter A. Kraus, segundo ponente del día, considera que «la soberanía institucional –refiriéndose a la autonomía– no lo soluciona todo». En todo caso, el profesor concreta que el reto principal es diseñar políticas institucionales que «aborden el multilingüismo». «Lo que termine saliendo del laboratorio catalán dependerá de la dirección política que el país quiera seguir», insiste el experto.
El papel integrador de la lengua
La tercera ponencia del seminario llevaba la autoría de la sociolingüista y profesora agregada de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Maite Puigdevall, quien ha alertado del reto que supone que Cataluña sea tierra de paso. «Casi 3 millones (57,6 %) de los 5 millones de personas que declaran saber hablar catalán de un total de 7,6 millones son nuevos hablantes que no lo tenían como lengua familiar. Y entre 2003 y 2018, el catalán incorporó unos 850.000 nuevos hablantes con el catalán como lengua de identificación y de uso cotidiano», explica Puigdevall. Removiendo sobre la misma idea, sobre este vínculo entre lengua e identidad, la profesora concluye que «el futuro de la lengua depende de cuán hábiles seamos creando comunidad, vínculos y redes permeables al acceso de nuevos hablantes y que estas funcionen en catalán».
Las tres ponencias de este sábado consolidan los seminarios de Plataforma per la Llengua, que en 2022 analizó el discurso discriminatorio del supremacismo lingüístico castellano y en 2023 comparó el modelo de reconocimiento lingüístico de la Constitución española con los modelos igualitarios de Suiza, Canadá o Bélgica.