El consejero de Salud, Manel Balcells, ha asegurado que aquellos centros sanitarios que «no cumplan» con el catalán tendrán penalizaciones económicas. «Exigiremos en los hospitales el cumplimiento de la instrucción y, si no la cumplen, el centro tendrá penalizaciones económicas. En función del incumplimiento habrá un porcentaje, del mismo modo que se tiene que cumplir con el Plan de Salud y con las intervenciones quirúrgicas», ha anunciado en una entrevista con el Diari Ara. El consejero ha lamentado que el uso del catalán al sistema sanitario sea «bajo» y que no se haya abordado «de forma prioritaria». «Ha habido cierta dejadez: la realidad es que hay muchos pacientes que no son atendidos en su lengua y estamos trabajando para revertirlo», se ha comprometido. La próxima semana, ha explicado, el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) emitirá una «instrucción específica» dirigida a todos los centros para que aseguren que los profesionales que contratan «saben catalán».

El titular de Salud también ha recordado el programa de cursos de catalán dirigido a 4.000 profesionales impulsado por el Gobierno ahora hace unos meses. El objetivo es que acrediten el nivel que corresponde a su actividad profesional, el B2 o lo C1, para atender los pacientes en la lengua que lo deseen. Balcells ha insistido que los centros tienen la obligación de ofrecer un itinerario formativo y tiempo suficiente porque los profesionales contratados que no tengan el nivel que los corresponde puedan aprender la lengua. «No consolidaremos plazas de interino si no tienen el nivel adecuado de catalán, el B2 o lo C1 en función de su rol», ha prometido.

Una enfermera a la sala de espera de un JEFE / ACN
Una enfermera a la sala de espera de un JEFE / ACN

Un «referente» de cada centro hará cumplir con el aprendizaje del catalán

Balcells ha explicado que se garantizará el cumplimiento del aprendizaje y uso del catalán en los centros sanitarios situando una persona como «referente» de cada hospital. Esta persona hará el seguimiento de la formación de los profesionales que tienen que aprender catalán y también analizará el uso social y corporativo de la lengua. Según el consejero, serán un tipo de «referentes y dinamizadores» del catalán. «No se trata de castigar. No lo conseguiremos así. Se trata de ofrecer, acompañar y exigir. Si no lo hacemos así, no nos saldremos», ha argumentado.

A banda, también ha explicado que el Gobierno quiere que haya «voluntarios» para hacer de parejas lingüísticas en los centros y salir adelante un estudio para cuantificar cuántos profesionales sanitarios que ya son al sistema no hablen catalán. Esto los mostrará, ha dicho, «la realidad» de cada centro sanitario.

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