El monasterio ampurdanés Sant Pere de Rueda siempre había sido conocido por este nombre en las comarcas gerundenses, pero desde hace treinta años la denominación ha mutado hacia Sant Pere de Rodes, un término que no gusta a algunos lingüistas e historiadores. De hecho, a pesar de que en el Ampurdán la mayoría de la gente lo conoce como Sant Pere de Rueda y su nombre ha sido mayoritariamente este desde hace cinco siglos, la Generalitat y el Instituto de Estudios Catalanes (IEC) se refieren con el otro nombre.
Uno de los filólogos totalmente contrarios al cambio de denominación es el catedrático emérito de Filología Catalana Narciso Garolera, que de hecho ha hecho llegar varias quejas al respecto al IEC, que las ha ido rechazando y remitiendo informes que justifican su decisión. En un escrito dirigido en El Mundo a raíz de una noticia publicada recientemente, Garolera apunta que la denominación tradicional continúa viva en el Ampurdán y ha sido utilizada por todos los escritores catalanes en los últimos cinco siglos, así como mencionada a los mapas catalanes de los siglos XVII-XX. También recuerda que defendía esta denominación el prestigioso lingüista Joan Coromines y que lo ha hecho Joaquim Nadal, historiador, exalcalde de Girona y actual consejero de Investigación y Universidad. Nadal publicó un artículo en 2017 al
A pesar de reconocer que no es filólogo, Navidad dejaba constancia de su «simpatía explícita y radical» por el alegato de Garolera, que no le parecía «gratuito sino muy bien fundamentado». «Toda la vida he dicho Sant Pere de Rueda y no acabo de ver las razones del cambio actual de nombre, sobre todo si puede haber dudas razonables sobre la opción que han tomado nuestras autoridades», concluía Navidad.

Garolera critica el cambio «impuesto» por el IEC y el instituto se defiende
El filólogo Narciso Garolera considera que la proximidad del monasterio de Santa Maria de Roses habría propiciado una confusión entre dos denominaciones: Roses (la RHODE de los griegos) y Rueda, de origen céltico (RAUTA/ERUCTA). Aun así, insiste que el nombre de la montaña y del monasterio son Serra de Rueda y Sant Pere de Rueda, mientras que Roses se tiene que reservar únicamente para la bahía.
«Rodes no se ha dicho nunca, pero ha sido impuesta hace una treintena de años por el IEC y la Generalitat, a pesar de ser un nombre inusitado y sin documentación moderna y contemporánea», critica duramente. No obstante, celebra que en el último dictamen sobre este topónimo la Comisión de Onomástica del IEC haya aceptado Rueda como variante de Rodes.
Precisamente, el IEC se defiende de las acusaciones de Garolera y fuentes del ente aseguran que «no se trata de una decisión unilateral del IEC» sino que «ya era la forma que usaba la Generalitat y la que constaba en la base de datos de la entonces Instituto Cartográfico de Cataluña». Durante la realización del nomenclador oficial de toponimia de Cataluña del 1998, el IEC analizó el topónimo y tuvo en cuenta la fluctuación con la denominación Sant Pere de Rueda, pero consideró que la forma correcta era la otra porque Rodes es «la forma más antigua documentada y aparece en textos del siglo X con las formas Rodas y Rotas».
El IEC sostiene que la forma viva más empleada es Rodes y no Rueda
También se tuvo en cuenta que la forma viva de uso más general es Sant Pere de Rodes, según la información que el IEC recogió en la hora de hacer el nomenclador oficial y según Inmaculada Lorés, que escribió la monografía de este monasterio. Además, el IEC considera que Sant Pere de Rodes se emplea mayoritariamente en las obras de consulta, mapas y bibliografía en general, como por ejemplo la
Por último, el IEC apunta que la forma Sant Pere de Rodes «evita una posible confusión con la denominación de la parroquia de Sant Pere de Rueda del municipio de Roda de Ter, que ya aparece documentada en el siglo X como Sant Pere de Rueda».