La consejería de Educación ha anunciado que reducirá las ratios de alumnas de cara en el curso próximo. A pesar de tratarse de una de las grandes reclamaciones del sector educativo, la propuesta de la consejera Anna Simó no ha tenido el recibimiento esperado. Del mismo modo que las asociaciones de familias no se muestran del todo convencidas con la propuesta porque consideran que puede tener efectos negativos para los alumnos, el sindicato mayoritario de educación USTEC denuncia que la reducción de ratios a I3 sin crear nuevos grupos clase empuja el alumnado hacia la escuela concertada. A pesar de que el departamento solo ha anunciado el cierre de 15 grupos de infantil, el delegado del sindicato, Daniel Ocaña, cree que el número final será superior al estipulado porque la consejería hace «trilerismo» con las cifras.

En este sentido, desde USTEC exigen a Educación que lleve a cabo una reducción de las ratios, pero manteniendo los grupos clase de la pública para evitar que los alumnos se vean obligados a recurrir a la concertada. De hecho, teniendo en cuenta que nos encontramos en un contexto de bajada demográfica, el sindicato considera que es una «oportunidad histórica» para reducir las ratios sin cerrar grupos. En esta línea, el delegado sindical lamenta que la consejería no aproveche el contexto actual de reducción de población para implementar ratios más pequeñas en las aulas -tal como han anunciado-, pero incrementando el número de grupos de la pública y contratar más docentes, cosa que resolvería otra de las grandes reclamaciones del sector.

La consejera de Educación, Anna Simó, en una imagen de archivo / EP

Críticas contra la concertada y los presupuestos

Desde el sindicato consideran que las políticas planteadas por el departamento son una clara apuesta por la escuela concertada. De hecho, la portavoz del sindicato, Iolanda Segura, considera que los mismos presupuestos de la Generalitat -todavía encallados por el enroque de los comunes- presentan un sesgo de favorecimiento hacia la concertada. Entre otros, ha mencionado los recursos que se destinan a acompañar la matriculación de alumnos vulnerables, la cual ha considerado una manera de «sobornar» a la concertada para que atienda este alumnado.

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