La consejera de Educación, Esther Niubó, ha vivido un mes de julio muy marcado por la crisis con las adjudicaciones de las plazas de docentes para el próximo curso, un proceso conocido como adjudicaciones de verano. A pesar de que el listado de destinos debía publicarse a mediados de mes, el departamento se vio obligado a paralizar temporalmente el proceso tras detectar «incidencias no justificadas«. Unas «incidencias» que posteriormente el Gobierno ha identificado como intencionadas. Debido a la dura crisis con la que Niubó se topó de repente, con toda la oposición revuelta y las organizaciones sindicales endureciendo cada vez más el tono, la consejera optó por apagar el fuego con la destitución del hasta ahora subdirector general de Plantillas, Provisiones y Nóminas del departamento y exjefe del Servicio de Personal Docente, Enric Trens. El conflicto por las adjudicaciones, a pesar de la publicación de los destinos definitivos, continúa latente.

Con el objetivo de evitar una nueva polémica en julio del próximo año, la titular de la cartera ha asegurado en una entrevista a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que plantea avanzar “un poco” o “acortar” el proceso de preinscripción escolar para evitar un nuevo desorden en las adjudicaciones. Es decir, modificar el calendario de la preinscripción de los alumnos para poder adelantar el proceso de asignación de plazas de maestros y profesores, ya que la consejera asegura que son dos procedimientos que forman parte del mismo «engranaje». Los sindicatos de docentes consultados por El Món, sin embargo, no confían en que este movimiento del departamento tenga un impacto positivo para mejorar el proceso de adjudicaciones: «Los problemas ocurren cada año, no es cuestión de fechas», exclama la portavoz nacional de USTEC, Iolanda Segura, quien asegura que el adelanto del calendario de preinscripción no les parece «ni bien ni mal».

En esta línea, en representación de UGT, Lorena Martínez argumenta que la reestructuración de los plazos administrativos puede tener beneficios, pero advierte que no debe tener ningún impacto para las familias: «El adelanto, a priori, puede ser positivo, siempre que esto no suponga ningún perjuicio para el alumnado y las familias», apunta la portavoz sindical, quien considera que para hacer el adelanto correctamente «se debería revisar que todas las plazas que salgan sean correctas y no quede ninguna por el camino». Es decir, que no se acaben reduciendo plazas en algunos centros después del inicio de la preinscripción.

La consejera de Educación del Govern de Catalunya, Esther Niubó, en la comparecencia por la polémica de las adjudicaciones / David Zorrakino (Europa Press)

Una posible solución insuficiente

Los sindicatos consultados coinciden en que los problemas con las adjudicaciones de plazas de docentes no radican, estrictamente, en las fechas y los plazos del proceso, sino que las carencias del sistema son de fondo: «Tenemos un sistema que es anómalo», exclama la portavoz del sindicato mayoritario, quien recuerda que cada año hay problemas informáticos en este tipo de procesos. De hecho, esta misma semana la administración catalana ha abierto la solicitud para reducirse dos horas lectivas no presenciales a la semana para los docentes mayores de 55 años -uno de los puntos pactados en enero de 2024 por CCOO y UGT con los anteriores responsables de la consejería- y, según denuncian desde USTEC, «la web ha quedado bloqueada»: «Los problemas informáticos son constantes», lamenta Segura, quien asegura que habría visto con mejores ojos que el anuncio del adelanto del calendario de preinscripción escolar hubiera ido acompañado de más cambios.

Las organizaciones sindicales consultadas también coinciden en la idea de que uno de los principales elementos que se deben incorporar para mejorar el proceso de adjudicaciones es que se hagan en función de «la antigüedad y las notas de oposición [en el caso de los funcionarios]» y respetando los criterios de méritos: «Las plazas con características concretas en función de las necesidades de los alumnos ya se puede entender que se adjudiquen de manera más concreta, pero siempre debe ser cumpliendo todos los requisitos, no elegidas a dedo por amiguismos», argumenta la portavoz del sindicato mayoritario, quien recuerda que esta es una de las grietas del polémico decreto de plantillas. Lorena Martínez también apunta que, para evitar un nuevo desorden con las adjudicaciones, es fundamental que las «plazas vacantes» que se deben cubrir de cara al próximo curso «sean públicas»: «Todo el mundo debe saber a qué lugares puede optar a trabajar», argumenta.

Varios docentes con pancartas contra la consejera de Educación, Esther Niubó, tras la polémica con las adjudicaciones / ACN

Los nuevos movimientos de la consejería

A pesar de las reticencias y reclamaciones de las organizaciones sindicales del sector, la consejería no ha anunciado ningún plan de mejora de los aspectos técnicos del proceso de adjudicación de plazas de los docentes. En la entrevista con la ACN, la titular de la cartera, además de poner sobre la mesa la posibilidad de «acortar» o adelantar «un poco» la preinscripción escolar, también defiende que para «reforzar la solvencia técnica» de los procesos «complejos» de la enseñanza ha encargado un plan al Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI) -un organismo adscrito al Departamento de Presidencia el cual controla, entre otros, los aspectos informáticos de las adjudicaciones- para «reforzar» este proceso concreto. De momento, sin embargo, la consejera Niubó no ha dado más detalles sobre qué mecanismos adicionales articulará para evitar un nuevo desorden con las asignaciones de plazas para los docentes.

Para los sindicatos, sin embargo, el primer paso que se debe llevar a cabo es más sencillo: que las plazas estén bien adjudicadas. Más allá de la «incidencia» que ha forzado la destitución del hasta ahora subdirector general de Plantillas, Provisiones y Nóminas del departamento, el listado final de las adjudicaciones terminó con cambios en 2.898 de las 57.000 plazas adjudicadas en primera instancia. Es decir, cerca de 3.000 plazas no habían sido correctamente adjudicadas de entrada. Este, sin embargo, no es un hecho aislado, ya que en julio de 2024, momento en que la consejería estaba en manos de Esquerra Republicana, el proceso de adjudicación también se complicó significativamente debido a la incorporación de los cerca de 20.000 docentes que habían superado el macroproceso de estabilización. Teniendo en cuenta esta situación, los sindicatos reclaman a la administración catalana que «las plazas estén bien adjudicadas»: «Que a cada uno le corresponda su plaza», exclaman.

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