Los sindicatos de educación continúan presionando a la consejería de Educación, dirigida por Esther Niubó. A la huelga del 15 de noviembre, seguida de la apertura de un pulso negociador para mejorar las condiciones laborales, ahora se suma un encierro en la sede del departamento, en la Via Augusta de Barcelona. Esta vez, para exigir un complemento único de 473 euros para el personal laboral -es decir, personal de atención educativa, personal de administración y servicios, guarderías, profesores de FP y profesorado de religión. En concreto, los sindicatos CCOO, UGT, USTEC-STEs (IAC), JUNTS-SDRC y CGT del Comité Intercentros se encerraron ayer hacia las tres de la tarde en el interior de la sede de Educación después de reunirse con el departamento para exigir un complemento único para el personal laboral.
Los sindicatos quieren que el impacto económico de esta medida esté incluido en los presupuestos de 2026, que el cobro sea efectivo durante el primer trimestre de 2026 y que sea compatible con la equiparación salarial de técnicos especialistas en educación infantil (TEEI): «Llevamos un año y medio de reuniones que no sirven para avanzar, y ya hemos dicho basta», aseguran los sindicatos. Según su versión, en el encuentro los representantes del Departamento de Educación han ofrecido reunirse de nuevo el viernes, con la promesa de que en esa nueva cita se podría presentar alguna propuesta. Esta promesa, sin embargo, no ha sido suficiente para las representantes sindicales, que han decidido mantener el encierro al menos hasta este jueves. De hecho, a lo largo de la tarde también se mantuvieron algunas conversaciones con los responsables de la cartera, pero tampoco llegaron a ningún acuerdo, motivo por el cual los sindicatos continúan por ahora encerrados en la Via Augusta.

Forzar una «negociación efectiva»
La intención de los sindicatos de docentes, según aseguran, es forzar una «negociación efectiva» para lograr mejoras laborales y tener «jornadas dignas». Según sus cálculos, las reivindicaciones que piden afectan a unos 4.000 profesionales en toda Cataluña. Por su parte, la representante de Comisiones Obreras, Anna Franganillo, asegura que, por ahora, las negociaciones están «estancadas»: «Somos personal cualificado. Se nos exige esta titulación y no se ve reflejada en el salario», afirma. En esta línea, además de exigir el complemento salarial único, la representante de USTEC del personal laboral, Eva Costa, también ha reivindicado la reclasificación profesional del personal de atención educativa para pasar de C a B. «Queremos compromisos», remarca Costa, que denuncia que el Departamento está «empobreciendo a sus trabajadores» mientras que bolsas como las de educadores de educación especial están «vacías».
Por otro lado, como representante de la CGT, Ana Jiménez también asegura que están «muy decepcionados» con la consejería, y lamentan que Niubó condicione cualquier mejora o política a los presupuestos -como hizo recientemente con el decreto de orientación. «Como siempre, la respuesta es que depende del presupuesto», ha dicho, remarcando que piden que el cumplimiento se incluya en el presupuesto de 2026. Finalmente, Sandra Isierte, de UGT, también critica que no han tenido «ninguna respuesta» del Departamento en el año que llevan negociando el plan para mejorar las condiciones económicas y laborales del personal laboral. Unas mejoras que, según la sindicalista, deberían ser urgentes, ya que muchos profesionales están cobrando unos 1.200 euros «si llega al mes» con 40 horas semanales y que, además, hacen formación de forma voluntaria.

