«El Departamento de Educación abandona sin miramientos al alumnado más vulnerable». Así lo denuncia la asamblea de profesionales del instituto de máxima complejidad Eduard Fontserè, de L’Hospitalet de Llobregat, que lamenta que la consejería encabezada por Esther Niubó no ha renovado el contrato de la educadora y la integradora social que trabajaban en el centro desde hace tres años: «En los últimos tres años, han sido un pilar para la convivencia, la orientación académica y el bienestar del profesorado de uno de los centros más complejos de la ciudad, en el barrio de la Florida», argumentan desde la asamblea de profesionales del centro.
El instituto de máxima complejidad de la Florida denuncia que tendrán que comenzar el curso con solo «una técnica de integración social» en una plaza «estructural», lo que califican de «insuficiente», ya que deberá atender a los cuatrocientos alumnos del centro. El motivo por el cual la consejería ha optado por no renovar los dos contratos vigentes, según argumentan desde la asamblea, se debe a que las dos personas estaban contratadas a través del programa de complejidad impulsado en el curso 2020/21 por el plan de mejora de oportunidades educativas. Un hecho que también ha afectado a otros centros de máxima complejidad del país: «Este abandono lo han sufrido todos los centros de alta y máxima complejidad de la ciudad y de otros lugares del país, con la retirada de la mayoría de los equipos sociales que estaban en funcionamiento hasta ahora», añaden desde la asamblea de profesionales del instituto Eduard Fontserè.

Un punto de lucha sindical
Blindar los equipos sociales de los centros educativos es uno de los aspectos sobre los cuales centrarán la lucha los sindicatos de docentes para este nuevo curso escolar. De hecho, este pasado lunes, unos doscientos docentes convocados por la CGT, UGT, CCOO, USTEC y el sindicato Junts-SDRC, de personal docente de religión de la escuela pública catalana, se concentraron a las puertas del Departamento de Educación, en la Via Augusta barcelonesa, para protestar contra el «desmantelamiento» de los equipos sociales. En detalle, las organizaciones sindicales aseguran que el nuevo curso académico «comienza con 130 profesionales del ámbito social menos», hecho que repercute directamente en la atención del alumnado: «Sorprende que mientras esto ocurre, la consejera de Educación, Esther Niubó, se pasee por los medios de comunicación insistiendo que este debe ser “el curso de detectar para prevenir”, mientras la realidad ineludible de centros como el Fontserè es que con estas carencias habrá muchos casos de alumnado que inevitablemente quedará sin atender», exclaman desde la asamblea de profesionales del centro de máxima complejidad de la Florida.