Un grupo de personas de menos de 30 años han impulsado este mes de marzo la iniciativa Recuperem el vot para llevar a cabo una consulta, al estilo de las consultas por la independencia que se iniciaron en Arenys de Munt (Maresme) el 13 de septiembre de 2009, para cambiar la ley electoral y «redemocratizar» Cataluña desde abajo. «A pesar de que tenemos las competencias para hacerla, los partidos siempre han preferido utilizar la ley española que hay por defecto», lamentan los impulsores en el manifiesto que han redactado para recoger firmas para presionar partidos y administraciones a acordar una nueva ley electoral que los grupos políticos han sido incapaces de acordar durante más de 40 años.
Marc Tomàs, portavoz de la iniciativa, explica a El Món que la iniciativa surgió después de coger que durante el Proceso los gobernantes «no han respetado la voluntad de los electores». «Había un consenso del 80% sobre la presión del referéndum y la ejecución de los resultados, y hemos visto que esto no ha sido así», lamenta, porque los políticos «no han querido ejecutar el resultado». Así mismo, cree que esta actuación «contamina» otros aspectos de la vida pública porque los dirigentes políticos «no tienen autoridad para legislar» en temas como la inmigración, la gestión de los recursos naturales o la educación.
Esta idea no es nueva, puesto que la sociedad civil se organizó en 2009 con una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que recogió más de 50.000 firmas para instar el Parlamento a cambiar la ley electoral en Cataluña. «Continúa en tramitación 15 años después», lamenta Tomàs. De hecho, los impulsores de la iniciativa culpan directamente las instituciones catalanas porque consideran que «no quieren perder sus cuotas de poder favoreciendo el surgimiento de alternativas». «Los partidos políticos no se ponen de acuerdo con un tema clave como son las circunscripciones electorales», sentencia el portavoz.
En @floquemu nos explica por qué necesitamos una ley electoral catalana. Entra a https://t.co/gnnygzkqgy y firma el manifiesto! pic.twitter.com/oyl239xrym
— Recuperamos el voto (@recuperemelvot) March 23, 2024
La solución al bloqueo de la ILP
Ante el bloqueo de la ILP en el Parlamento y la incapacidad de los grupos a ponerse de acuerdo para cambiar la ley electoral en Cataluña por «incentivos partidistas, electoralistas y, en definitiva, porque no los interesa abordar este debate», Tomàs señala que la solución pide consultar al pueblo qué «sistema de circunscripciones» quieren para Cataluña con la celebración de una consulta inspirada con la celebrada en Arenys de Munt por la independencia. «De la decisión que salga del pueblo los partidos ya tendrán muy claro cuál es la voluntad popular y, a partir de aquí, se podrá tomar una decisión a sabiendas de cuál es la voluntad de los ciudadanos de Cataluña».
«Si los partidos no responden a esta voluntad, habremos conseguido bastante poder para poder capitalizar esta gente de alguna manera», sentencia, antes de dejar claro que ellos no recogen firmas para impulsar ninguna ILP. Recogen adhesiones al manifiesto para «calcular el apoyo popular que tiene esta idea y con esto poder contactar con los diversos actores políticos y presentar la propuesta». Aun así, ahora mismo no quieren ofrecer las cifras de adheridos que tiene el manifiesto porque «todavía es un poco prematuro empezarlas a dar».
Las cinco posibles opciones de una hipotética consulta
El texto impulsado por los promotores de esta iniciativa también compilación cinco grandes alternativas a la ley electoral actual que se podrían someter a votación popular «en función de cómo de fragmentados queremos que sean los distritos electorales»: que toda Cataluña sea una sola circunscripción, que cada provincia sea una circunscripción (statu quo), que cada vegueria sea una circunscripción (con los ajustamientos pertinentes), que cada comarca sea una circunscripción (con los ajustamientos pertinentes) o que la circunscripción sea uninominal.
El portavoz subraya que la propuesta es «razonable» porque recoge «todas las sensibilidades», pero señala que pueden haber «tantos sistemas electorales como ideas haya» y deja la puerta abierta a modificar alguna de las propuestas o introducir otros porque «esta propuesta no tiene que ser un freno para una hipotética consulta». Para conseguir el objetivo, Marc Tomàs dice que todavía no han presentado la propuesta a los partidos políticos, pero reconoce que en un momento u otro «se los tendrá que interpelar» para poder celebrar esta consulta que anhelan.