El próximo 30 de noviembre, ERC celebra su congreso nacional del cual debe salir la nueva cúpula del partido. La gran favorita es la candidatura Militància Decidim, encabezada por Oriol Junqueras. La votación deberá decidir quién sale ganador de la contienda que mantienen desde hace tiempo Junqueras y Marta Rovira, una facción de la formación que estará representada en el congreso por la Nova Esquerra Nacional, liderada por el exalcalde de Vilassar Xavier Godàs.

Tal como recoge la agencia ACN este martes, el 2023 fue un año clave para entender las desavenencias entre Junqueras y Rovira. Tras la caída electoral de las elecciones municipales de mayo -que llevaron a los republicanos a perder la mitad de los concejales en Barcelona- y de las españolas de julio, ERC debía centrarse en los pactos de los entes municipales y supramunicipales. El partido había supeditado la campaña a alertar de los posibles acuerdos de la «sociovergencia». Y es por eso que parte de la dirección prefería no precipitarse y esperar a cerrar cualquier entendimiento con el PSC, tanto en los ayuntamientos como en las diputaciones, pero todo se aceleró.

Un acuerdo cerrado con el PSC dos días después de las elecciones de julio

Dos días después de las elecciones españolas del 23 de julio, en una ejecutiva, el entonces presidente de Esquerra preguntó al vicesecretario general de Coordinación Interna, Oriol López, cómo estaban las conversaciones con el PSC. López (ahora candidato de Junqueras a la secretaría general adjunta) explicó que el pacto ya estaba «cerrado», ante la sorpresa de la ejecutiva, relatan a l’ACN fuentes presentes en la reunión. Junqueras niega que hubiera precipitado el pacto sin un debate previo en la dirección, un hecho que denuncian otras voces. De hecho, Junqueras afirma que fue Rovira quien aceleró el acuerdo con el PSC.

Oriol Junqueras saluda un militant a l'entrada de La Passió d'Olesa de Montserrat/Mireia Comas
Oriol Junqueras saluda a un militante a la entrada de La Passió d’Olesa de Montserrat / Mireia Comas

Así, este pacto con los socialistas se concretó, dos días después de las elecciones españolas, en un acuerdo por el cual los republicanos entraban a formar parte del gobierno de la Diputación de Barcelona junto a socialistas y Comuns. El pacto supuso hacer oficial unas intenciones que ya sonaban antes de los comicios de julio, pero desde Calàbria, donde se encuentra la sede de ERC, negaban. Tras las elecciones del día 23, el pacto se precipitó, de modo que ERC pasó a formar parte de la tercera administración con más presupuesto del país, solo por detrás de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.

Junqueras habría intentado ser candidato en las elecciones al Parlamento

El otro momento que supuso un nuevo distanciamiento entre Rovira y Junqueras tuvo lugar en el otoño de 2023, cuando Junqueras habría intentado ser el candidato en las elecciones al Parlamento, que debían celebrarse en 2025, pero que finalmente tuvieron lugar el 12 de mayo pasado después de que los Comuns tumbaran los presupuestos del gobierno de Pere Aragonès. Junqueras quería ser el candidato en detrimento de Aragonès. El aún líder del partido estaba (como ahora) inhabilitado por la condena del Supremo, pero puso sobre la mesa la opción de encabezar la lista republicana.

Según relata la ACN, Junqueras se reunió con Rovira y Aragonès en Ginebra. En aquel encuentro se le recordó a Junqueras que el candidato no podía ser otro que el presidente de la Generalitat y que apostar por él habría supuesto poner en entredicho todo el trabajo realizado por el gobierno de Aragonès. La situación, negada por Junqueras, era tan tensa que incluso se puso sobre la mesa la opción de tomar la temperatura entre la militancia en un congreso extraordinario, para constatar si las bases preferían a Junqueras o bien a Aragonès como candidato, aunque esta posibilidad se acabó descartando.

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