Aprovechar un acto institucional fuera de la agenda más inmediata del día a día político para emitir una seria advertencia. Esta ha sido la vía escogida por el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido Tourón, para pedir a los jueces «no interferir en el funcionamiento de los otros poderes del Estado y a respetar públicamente sus decisiones». Así lo aseguró este miércoles en su discurso inaugural del V Congreso Internacional de la Unión Iberoamericana de Universidades y Cortes Supremas en la Escuela de Práctica Jurídica de Madrid. Unas palabras que se proceden en pleno debate y negociación sobre una posible amnistía pactada por el poder legislativo y ejecutivo con los partidos independentistas por los represaliados del Proceso.
Conde-Pumpido, exfiscal general del Estado, y enmarcado en el sector progresista de la magistratura, contextualizó sus opiniones en la «importancia de la independencia judicial y del estado de derecho como elementos indispensables de la democracia». Es decir, exigió respeto para el poder judicial, pero también que este respeto sea bidireccional con el resto de poderes del Estado y su funcionamiento. De este modo, Conde-Pumpido quiere hacer valer el posicionamiento del Tribunal Constitucional como un órgano fuera del poder jurisdiccional y con capacidad de influencia sobre el resto de los tres poderes en cuanto que puede interpretar la Constitución y hacerlo poniendo negro sobre blanco la doctrina constitucional que tienen que aplicar tanto jueces, como poder legislativo y ejecutivos. De hecho, todas las posibilidades apuntan a que una probable ley de amnistía acabe en la sede del TC, ya sea por vía del recurso de inconstitucionalidad o vía cuestión de confianza por la cual pueden optar los jueces.

Respeto mutuo
En esta línea, el discurso de Conde-Pumpido también ha servido para resaltar que los «representantes de los otros poderes del Estado siempre están obligados a respetar públicamente de forma rigurosa las resoluciones judiciales». Pero también ha recordado que los jueces y magistrados tienen que respetar los principios del imperio de la ley y a la vez están obligados a no ingerirse en el funcionamiento de los otros poderes del Estado y a respetar públicamente las resoluciones». Un aviso a navegantes para los togados que últimamente han expresado su opinión, a pesar de que no de forma oficial, sobre el debate de la amnistía y como afecta al poder judicial una ley de estas características.
Además, Conde-Pumpido ha señalado “que solo a través de este respeto interno y del principio de no-injerencia, se puede garantizar, en cualquier ordenamiento, la independencia judicial”. Es decir, que la independencia de los jueces también pasa porque los togados no entren en los debates políticos de los otros poderes del Estado. El presidente del TC también ha mostrado su desazón y preocupación sobre la independencia judicial, tanto dentro de España como en el ámbito internacional, aprovechando que en el auditorio de la Universidad Complutense, sede de la Escuela de Práctica Jurídica, había magistrados iberoamericanos. “Nuestra Constitución refleja perfectamente esta preocupación para salvaguardar la independencia judicial, y nos obliga a recordar que esta última se proclama como principio necesario para el correcto funcionamiento del Poder Judicial”, ha señalado.
Según han confirmado fuentes oficiales del TC, a Conde-Pumpido lo acompañaban al acto la vicepresidenta del Tribunal Constitucional, Inmaculada Montalbán; el magistrado Enrique Arnaldo; la magistrada Maria Luisa Segoviano; y otras autoridades jurídicas y académicas como el influyente rector de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Goyache, y el decano de la Facultad de Derecho, Ricardo Alonso.