Pablo Llarena ha cerrado el sumario de la causa por desobediencia contra Clara Ponsatí y deja a la eurodiputada de Junts a un paso del juicio. Casi seis años después, Llarena considera que ya se han practicado las diligencias necesarias para determinar cuál fue la participación de Ponsatí en la preparación del referéndum del 1-O. El próximo paso será la presentación de los escritos de acusación y, posteriormente, el juicio, que se podría celebrar sin la presencia de la exconsejera, que está exiliada en Bélgica. Con todo, la causa contra Ponsatí ha perdido gravedad porque la derogación del delito de sedición del Código Penal pactada por ERC ha rebajado el procesamiento a únicamente por desobediencia y no comporta penas de prisión.
Ponsatí fue detenida este lunes después de viajar a Barcelona y tuvo que declarar ante un juzgado de guardia. Llarena decidió que no hacía falta llevarla a Madrid para que compareciera ante el Tribunal Supremo y se conformó con hacerla pasar por la Ciudad de la Justicia. La eurodiputada de Junts, asesorada por su abogado, Gonzalo Boye, decidió no declarar. La defensa de Ponsatí da por hecho que la acabarán inhabilitando y, por lo tanto, no podría volver a presentarse a las elecciones del Parlamento Europeo previstas para junio de 2024.

“Practicadas cuantas diligencias se han estimado necesarias para la comprobación del delito, así como para la averiguación de la participación que en los hechos tuvo la procesada y de las circunstancias concurrentes en su comisión, por no apreciarse necesaria ninguna otra indagación, es procedente concluir el presente sumario”, dice la interlocutoria de Llarena.
Llarena y Ponsatí entran de pleno en los pactos postelectorales
Ponsatí, muy crítica con la estrategia del exilio, ha decidido viajar a Barcelona el día siguiente de las elecciones del 23-J. La exconsejera se dejó ver en la capital catalana sabiendo que los Mossos la detendrían y Llarena no ha desaprovechado la ocasión de volver a poner la justicia española bajo el foco mediático en pleno arranque de los pactos postelectorales. El juez del Tribunal Supremo, después de dar por buena la no declaración de Ponsatí en el juzgado de guardia, ha cerrado la instrucción en menos de 24 horas, justo cuando PSOE y Junts están haciendo los primeros movimientos para posicionarse de cara a las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez después de las vacaciones de verano.