El presidente al exilio, Carles Puigdemont, ha tildado de «circo del PP» el «debate», puesto entre comillas por cómo se ha desarrollado a lo largo de la tarde, sobre la amnistía que se ha celebrado este miércoles por la tarde del Parlamento Europeo de Estrasburgo. En declaraciones que ha hecho luego que ha concluido la sesión en la Eurocámara mientras paseaba por los pasillos de la institución europea, Puigdemont ha asegurado que el debate forzado por la derecha y la extrema derecha «ayudará a internacionalizar todavía más el conflicto entre Cataluña y España», a pesar de que esta no era la razón de peso por la cual han llevado la amnistía ante el hemiciclo europeo. «Hace mucho de tiempo que pedimos que se hable en el Parlamento Europeo, y hoy -seguramente no es su intención-, todo el mundo se enterará que existe, y que en el Estado español no solo hay un alto interés para politizar la justicia sino también un problema con un sistema judicial abonado al lawfare», asevera el presidente exiliado.
Puigdemont ha lamentado que el presidente de los populares europeos, el alemán Manfred Weber, «se haya transformado en un político del PP español cualquiera»: «Qué pena ver un político alemán como Manfred Weber transformado en un político cualquiera del PP español, de aquellos que nunca tienen ninguna incomodidad en compartir manifestaciones con fascistas y nazis, de hacer de la mentira un argumento y de no contrastar mínimamente los datos que usa», asegura a través de una publicación en su cuenta de Twitter.
El viraje de la derecha
El presidente al exilio considera que la derecha alemana que defiende Weber no ha abordado la situación de la manera más acertada, puesto que en ningún momento ha hecho referencia a las manifestaciones españolas cargadas de simbología franquista e, incluso, nazi que se han celebrado estos días en las puertas de la sede socialista de la calle Ferraz de Madrid. «Pensaba que siendo uno de los referentes de la derecha alemana observaría al menos dos premisas básicas: prevención por según qué compañías, y una gran solvencia argumental, que es lo que habíamos admirado de la CDU y de la CSU», lamenta Puigdemont, que acusa la derecha europea de centrar su discurso en «fake news» y propaganda. Una línea discursiva que considera que la derecha española usa ante sus oponentes políticos. «Para acabar aquí no hacía falta tanta comedia con los cordones sanitarios», concluye el presidente al exilio.