ERC ha decidido entrar en el gobierno de la Diputación de Barcelona, según ha avanzado La Vanguardia y han confirmado fuentes del partido. Los republicanos han esperado a después de las elecciones del 23-J para dar el paso y acceder a la propuesta del PSC y los comunes, que apostaban por hacer un tripartido de izquierdas en la Diputación para dotarla de estabilidad. Con este movimiento, ERC tendrá representación en las cuatro diputaciones después de haber pactado en Girona con Junts y en Lleida y Tarragona con el PSC.

En pleno de constitución de la Diputación, el diputado de ERC Dionisio Guiteras ya ofreció “mano extendida, colaboración y diálogo” a socialistas y comunes. «No miremos hacia atrás. Iniciamos una nueva etapa y toca construir”, dijo entonces. Este miércoles está previsto que se celebre el pleno del cartapacio, que tiene que repartir los cargos de gobierno del ente supramunicipal, que tiene un presupuesto de 1.200 millones de euros.

La nueva presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret, con la vara / Europa Press

Tal como explicó El Món hace unos días, el PSC y los comunes iban detrás de ERC para que aceptara entrar en el gobierno de la Diputación. De puertas hacia fuera, los republicanos eran reticentes a aceptar ningún acuerdo antes del 23-J y dejaron las conversaciones para después de las elecciones. Una vez constatada el nuevo fracaso electoral –ERC ha perdido 400.000 votos respecto a las estatales del 2019–, los republicanos han cambiado de estrategia y optan para mantener el máximo de cuotas de poder para afrontar la reconstrucción de su espacio.

Juntos, fuera de la Diputación después de cuatro años de gobierno con el PSC

La alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, la socialista Lluïsa Moret, fue investida presidenta de la Diputación el pasado 13 de julio con los votos a favor del PSC, los comunes, dos diputados díscolos de Junts y la diputada de Tot per Terrassa. Juntos intentó negociar un pacto alternativo con ERC, pero las dudas sobre los dos representantes de Impulsem Penedès hicieron imposible un pacto que tuviera opciones de prosperar.

De este modo, Junts, que decidió romper con el PSC después de la operación Collboni en el Ayuntamiento de Barcelona, se queda sin presencia en los órganos de gobierno de la Diputación de Barcelona después de haber gobernado con el PSC durante los últimos cuatro años. A pesar de las críticas, Junts siempre defendió que el pacto de la Diputación respondía a dinámicas locales y que se tenía que dejar fuera de los grandes acuerdos independentistas en el ámbito nacional y estatal.

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