Junts per Catalunya celebrará este fin de semana en Calella su congreso para “consolidar” el proyecto, reorganizar la estructura interna y orientar la estrategia del partido cuatro años después de su fundación. El objetivo de la formación es construir un partido “aún más fuerte, con una vocación de gobierno e, inequívocamente, independentista y preparado para liderar el país en los próximos tiempos”. Así lo ha resumido el director del III Congreso Nacional de Junts, Josep Maria Cruset, en una rueda de prensa donde ha mantenido la incógnita de qué papel tendrá el presidente en el exilio, Carles Puigdemont, en la nueva dirección del partido a pesar de que todos dan por hecho que volverá a ocupar la presidencia de la formación independentista. “Lo que el presidente Puigdemont quiera hacer lo decide el mismo Puigdemont en el momento que crea conveniente”, ha remarcado Cruset.
La formación ha anunciado que “nación, progreso, libertad e independencia” será el lema de la cita de este fin de semana porque son cuatro conceptos que se irán declinando en cada una de las tres ponencias -organizativa, estratégica e ideológica- y que permitirán que el proyecto político de Junts “transite por el carril central de la política catalana”. Asimismo, el responsable de la cita congresual de este fin de semana ha detallado que el miércoles difundirá el contenido completo de las tres ponencias y del contenido de las enmiendas vivas que quedan de cara al Congreso, una cita que contará con Ester Morales y Cristina Molina como vicepresidentas de la mesa, junto con ocho personas más que actuarán de vocales.

Negociación sobre listas cerradas y la supresión de la antigüedad para formar parte de la dirección
Durante el proceso congresual, según ha detallado Cruset, se presentaron 2.863 enmiendas que se trataron en 70 asambleas territoriales y sectoriales. Solo 1857 fueron aprobadas en asambleas, y a estas alturas hay 896 aceptadas o transaccionadas y 959 están en fase de negociación. “Por tanto, de las 2.863 iniciales, a estas alturas, solo quedan 959 en la fase de negociación”, y ha detallado que de todas estas, hay seis que hacen referencia a las listas abiertas en contraposición al planteamiento del texto base que plantea “listas cerradas y bloqueadas” en la dirección para evitar “votos de castigo” a determinadas personas y otra trata los seis meses que se requieren para ocupar cargos en la dirección del partido.
A pesar de eso, Cruset ha restado importancia a estas enmiendas que quedan vivas porque representan un porcentaje muy bajo y ha dejado claro que “este no es un debate que esté instalado en el centro del proceso congresual”. “Los tres equipos de negociaciones de enmiendas están con el trabajo abierto y hay tiempo hasta el miércoles para ver qué pasa”, ha insistido. Por otra parte, sobre las incompatibilidades de cargos, solo ha detallado que el miércoles en la ponencia organizativa “es probable que aparezca una referencia a un régimen de incompatibilidades”. “Es un tema que se está trabajando”, ha añadido.