El portavoz de Junts en el Parlamento, Salvador Vergés, ha descartado llegar a acuerdos o votar a favor de propuestas de Aliança Catalana en el Parlamento. «Es muy difícil poder votar nada cuando el partido está liderado por una persona y una cúpula que son claramente xenófobos y racistas«, dijo Vergés en una entrevista en Catalunya Ràdio. El diputado aseguró que conoce bien la formación de Sílvia Orriols porque su familia viene de Ripoll. «Ante estas actitudes que contravienen totalmente el humanismo del catalanismo político, nosotros no podemos pactar con esta gente».
Las contundentes declaraciones de Vergés llegan al día siguiente de que Junts haya conseguido que el PSOE y el PP acepten acelerar la tramitación de la ley orgánica de multirreincidencia que proponía el partido. El texto formaba parte de la larga lista de incumplimientos que el partido de Carles Puigdemont reprochaba al PSOE y a Pedro Sánchez y, si no hay contratiempos, se podrá aprobar en el próximo periodo de sesiones del Congreso, que comenzará el mes de febrero. Se trata de una doble victoria para Junts, que logra arrastrar al PSOE hacia sus posicionamientos ideológicos en detrimento de sus socios de izquierdas y, de paso, marca perfil frente a Aliança Catalana, reforzando el discurso de que la formación juntaire “afronta los problemas de cara, sin radicalismos”.

Junts quiere liderar los debates incómodos
Aunque las encuestas dan cada vez más protagonismo a Aliança Catalana en detrimento de Junts, el partido de Puigdemont mantiene la calma y apuesta por liderar el debate sobre cuestiones delicadas como la multirreincidencia, las ocupaciones delictivas o los grados en el padrón para evitar que la extrema derecha se apropie de ellos. Hace unas semanas, el secretario general de Junts, Jordi Turull, elogiaba a los alcaldes de su partido por haber puesto sobre la mesa los “retos y amenazas” que afectan al mundo local y que necesitan una respuesta urgente y contundente. “Muchas son las amenazas y los retos a los que debemos hacer frente, pero nos habéis enseñado que no rehuimos absolutamente ninguno”, dijo Turull en su intervención en el inicio de la convención municipalista de Junts del pasado mes de octubre.
El partido de Carles Puigdemont ha asegurado que el cordón sanitario contra Aliança Catalana en el Parlamento no ha funcionado, como tampoco ha funcionado en ningún otro país europeo, y apuesta por “confrontar” al partido de extrema derecha con los posicionamientos políticos del partido. Turull insistía hace unos días que Junts no está dispuesto a hacer “giros de volante” ni entrar en el “fango” para disputarle el voto a Sílvia Orriols. “No haremos las cosas por el péndulo y por cuatro votos”, declaró con contundencia en un acto en Barcelona. “Nosotros no queremos ser la alternativa a Aliança Catalana, queremos ser la alternativa al Gobierno de Salvador Illa”.
¿Qué pasará con las municipales?
Hasta ahora, Junts ha evitado la confrontación directa con Aliança Catalana, con quien comparte una base de votantes potenciales importante. Varios dirigentes han criticado el “discurso de odio” que promueve el partido de extrema derecha, pero siempre de manera tímida. Por eso las declaraciones de Salvador Vergés pueden ser un cambio importante en la política de comunicación del partido. Sin embargo, Vergés solo ha hecho referencia a los pactos en el Parlamento y ha evitado mencionar las elecciones municipales, que siempre se rigen por unas dinámicas diferentes que las elecciones al Parlamento y permiten un margen de negociación y pacto mucho más amplio sin comprometer el discurso nacional. De hecho, Jordi Turull no ha querido comprometerse sobre posibles pactos locales con Aliança Catalana y avisa que el abordaje de los pactos postelectorales se hará después de las elecciones municipales de 2027.

