La sesión de control de estos miércoles ha evidenciado que el macroproyecto del Hard Rock es la piedra en el zapato del Gobierno catalán para llegar a un acuerdo para aprovar los presupuestos del 2024 en la cámara catalana. Los comunes han dejado clara su oposición al proyecto que defiende el PSC, con quien el Gobierno catalán tiene negociaciones muy avanzadas, y ha advertido el ejecutivo que con ellos no podrán contar si no son capaces de “plantarse” con proyectos como el de Vila-seca, que ha sido lo claro protagonista de la sesión. De hecho, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha hecho un llamamiento a los comunes a no tumbar unas cuentas por la oposición a “un proyecto” que cuenta con una mayoría parlamentaria.
Aragonès ha reconocido que el Hard Rock no es un proyecto que su gobierno abrace “con entusiasmo“, pero ha anunciado que la intención del ejecutivo con este macroproyecto es tramitarlo “de acuerdo con la normativa urbanística y de acuerdo con las actuaciones que se han estado haciendo y cumpliendo nuestros compromisos y garantizando la sostenibilidad”. El presidente lo ha dicho después de que haya reclamado a los comunes a llegar a un acuerdo por los presupuestos, independientemente del que acabe pasando con este macroproyecto que, según ha dicho, “no tiene relación con el presupuesto”.
El presidente ha advertido a los comunes que la oposición al Hard Rock, un proyecto que “no es inmediato”, no puede suponer “sacrificar el presupuesto más alto de la historia del departamento de Educación”. “¿Una oposición a un solo proyecto quiere decir que tenemos que desmerecer y desaprovechar todo esto?”, ha preguntado Aragonès a David Cid y lo ha instado a reflexionar para llegar a un acuerdo para poder salir adelante las cuentas de la Generalitat para el año 2024.

Una línea roja para los comunes
El portavoz del grupo parlamentario de los comunes, David Cid, ya dijo ayer que “si alguien está impidiendo que se aprueben es quien fija sí o sí que se tiene que hacer el Hard Rock para que salgan adelante, la responsabilidad es suya” y hoy ha insistido que hasta que el ejecutivo de Pere Aragonès no descarte “proyectos caducos como el casino más grande de Europa en el sur de Tarragona, que consumirá 8 millones de litros de agua en el día, nosotros no estaremos y este país no tendrá presupuestos”.
“La pelota de los presupuestos está en el tejado del Gobierno catalán”, ha sentenciado, y ha dejado claro que los comunes quieren negociar “partidas claras” como la climatización de los centros educativos, actividades extraescolares gratuitas, partidas por la atención primaria y por la salud mental del país, regulación de los alquileres de temporada y acelerar la inversión en renovables. “Con un Gobierno catalán incapaz de plantarse con proyectos como Hard Rock nosotros no estaremos”, ha sentenciado.

Aragonès rechaza las propuestas de Juntos
Por otro lado, el presidente de la Generalitat ha rechazado las más de 100 propuestas que Juntos por Cataluña trasladó la semana pasada al Gobierno, y que, entre otros, incluía la supresión del impuesto de sucesiones. “Hemos analizado su propuesta: 1.200 millones menos de recaudación”. Dígame de donde restan estos millones y entonces hablaremos seriamente porque si no es un brindis al sol para quedar bien con los de casa y no asumir las responsabilidades de país“, ha remachado el presidente después de que el líder de Juntos en el Parlamento, Albert Batet, ha trasladado que el Gobierno “necesita un acuerdo de claridad sobre el Hard Rock” porque “incumplen con el PSC o con los comunes”.