La segunda jornada del debate de política general en el Parlamento ha sido marcada por la petición de «rectificación o elecciones» que Junts per Catalunya ha hecho al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Una petición que no ha recibido ninguna respuesta por parte del presidente ni del grupo republicano, que han esquivado en todo momento el cuerpo a cuerpo con la formación de Laura Borràs y Jordi Turull y se han centrado a reclamar la unidad del independentismo en la negociación de amnistía y autodeterminación para facilitar la investidura de Pedro Sánchez. Esta posición de los republicanos ha provocado que, una vez acabado el debate, Junts haya registrado una propuesta de resolución para que el pleno de Parlamento vote el viernes sobre la «carencia de confianza» en el Govern de Aragonès.
El presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, había sido directo y había instado a Aragonès a “dar un golpe de timón” y elegir entre rectificar y recuperar la mayoría independentista del 52% o convocar elecciones. «Dé un golpe de timón o solo le quedará la alternativa insoslayable de convocar elecciones. Intente que no sea una legislatura del todo fallida: o rectificación o elecciones. No haga perder más tiempo“, ha exclamado.
“Presidente, Cataluña no merece esta agonía, Cataluña merece más y ha llegado la hora de hacer autocrítica, por patriotismo tendría que rectificar”, ha reclamado a la vez que le ha recordado que “es presidente gracias a la mayoría de los votos del 52% independentista”. Batet también ha ironizado con el papel de los republicanos en Madrid porque «se ha hecho más en cuatro semanas» –en referencia a la negociación de la Mesa del Congreso con Junts con capacidad de decisión gracias a la aritmética parlamentaria surgida del 23-J– que en los cuatro años de la pasada legislatura, cuando ERC contaba con 13 diputados.
Pese a la contundencia del mensaje de Batet, Aragonès no se ha molestado ni en contestarle, además de que ayer ya dejó claro que su objetivo es agotar la legislatura. Se ha limitado a recordar que los republicanos siempre habían estado junto a Artur Mas, Carles Puigdemont i Quim Torra cuando presidían el Gobierno. El presidente de la Generalitat ha dicho que prefiere «dejar de mirar al pasado» y ha alargado la mano a los juntaires para negociar unidos el referéndum. “Tenemos la oportunidad de dar un paso más allá en la hora de negociar con el estado español. Yo estaré con la mano extendida, tenemos el mismo objetivo”, ha indicado Aragonès.
«No haré nada que erosione la capacidad negociadora de Cataluña y en la capacidad negociadora de Cataluña tiene que estar todo el mundo, todo el mundo quien quiera contribuir, todo el mundo que tenga un papel a jugar», ha dicho Aragonès. En este sentido, ha destacado: «Coincidimos en el ‘qué’, amnistía y autodeterminación y coincidimos en el ‘como’ y, por lo tanto, el ‘quien’ no puede ser un problema. Porque el ‘quién’ es Cataluña», ha sentenciado.

ERC insta a dejar de lado los reproches
Tampoco ha hecho ningún tipo de pronunciamiento al desafío de Junts el presidente del grupo parlamentario republicano, Josep Maria Jové, que ha centrado su intervención en las condiciones de ERC por facilitar la investidura y a pedir, como ha hecho el presidente de la Generalitat, rehacer la unidad del independentismo y dejar de lado los «reproches, ataques gratuitos y de mirarnos por el rabillo del ojo». «De nada sirven los llantos y los lamentos, porque lo que nos hace falta es luchar por el que todos perseguimos: la libertad de todo el país», ha concluido.
Los republicanos han destacado que “hay una mayoría reconocible y muy clara” que, segundos ellos “tendría que fortalecerse y reorganizarse estratégicamente”. “Ahora tenemos una oportunidad de reconectar, desde la diversidad, pero compartiendo unos mínimos y tenemos esta oportunidad porque en el camino que algunos hemos desbrossat los últimos años ahora parece que ya no andamos solos”, ha añadido en referencia a los últimos cuatro años a Madrid.
Junts someterá a votación la «carencia de confianza» en el Gobierno de Aragonès
Después de que Aragonès y Jové hayan ignorado la advertencia de Albert Batet, Junts per Cataluny ha decidido entrar a registro una propuesta de resolución para someter a votación la «carencia de confianza» en el Gobierno de Pere Aragonès y que, según Junts, genera «debilidad, inestabilidad y carencia de previsión para hacer frente a los retos que tiene Cataluña». Esta petición se ha registrado un año después de que Junts decidiera salir del Gobierno después de que Jordi Puigneró fuera destituido como vicepresidente.