La Moncloa asegura que no hay fecha prevista para una nueva reunión de la mesa de diálogo en Cataluña porque ya no es «necesaria» gracias a las buenas relaciones que hay actualmente con la Generalitat. La ministra de Política Territorial y portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, ha explicado que la mesa de diálogo era un «instrumento extraordinario» que ha perdido utilidad porque Cataluña «afortunadamente» ha recuperado la «normalidad institucional» gracias a lo que «se ha conseguido con el esfuerzo colectivo».
«Desde España con Cataluña miramos al futuro con optimismo», ha dicho. «El gobierno celebra que no sea necesario dotarnos de esta extraordinariedat de convocarnos» porque ya hay un diálogo «permanente» entre las dos administraciones, una situación que el Proceso había impedido y que después de meses de conversaciones y reuniones se ha podido superar. Rodríguez ha afirmado que el retorno a la normalidad política «también da tranquilidad a los catalanes en sus relaciones sociales, dañadas por la anterior situación».

La Generalitat tiene asumido que no habrá reunión de la tabla de diálogo
La portavoz del Gobierno de la Generalitat, Patrícia Plaja, avanzó hace unos días que la proximidad de las elecciones municipales no favorecía la mesa de diálogo y auguraba que pasaría tiempo antes de que se vuelva a reunir. «No está previsto que se reúna la mesa de diálogo», dijo Plaja después del consejo ejecutivo del martes. La mesa de diálogo no se reúne desde el verano, a pesar de que se tenía que celebrar un nuevo encuentro antes de que acabara el año. Después de la reforma del Código Penal, el gobierno español considera que ha hecho suficientes concesiones y no se la jugará en año electoral.
El Gobierno de ERC siempre ha intentado justificar la ausencia de reuniones públicas de la mesa de diálogo porque se acordó que solo se reuniría cuando hubiera acuerdos sustanciales a explicar. La derogación de la sedición y la rebaja de la malversación, que no han impedido que el Tribunal Supremo mantenga inhabilidades a Oriol Junqueras y Jordi Turull, no se oficializó en una reunión de la mesa y, a pesar de los esfuerzos de los republicanos, los temas que quedan pendientes –amnistía y autodeterminación– están tan lejos de ser una prioridad para el PSOE que se hace difícil pensar que vuelva a haber una nueva reunión.