Dolors Feliu (Roda de Ter, Osona, 1964) vive en un
Como lee la dimisión de Jordi Pesarrodona como vicepresidente, teniendo en cuenta que se le había hecho un gesto explícito de consenso con la renuncia de Uriel Bertran a sustituirlo, como estaba previsto?
No se ha sentido cómodo con la situación, le ha sabido mal y ha dado este paso. Dice que muchas veces no se ha sentido cómodo en el Comité Permanente, pero lo que más lo ha tensionado ha sido no poder evitar estas dimisiones en el Secretariado.
Cree que se ha encontrado en medio, entre unos y otros?
Seguramente. Él ha querido tejer puentes, pero no tengo claro ahora exactamente donde está

Los críticos hicieron una rueda de prensa en que advirtieron que los 13 dimisionarios solo son una parte del sector, que el resto continúan en el Secretariado defendiendo sus posiciones. Qué ambiente hay ahora mismo?
Dentro del Secretariado hay buen ambiente. Claro que todavía no hemos tenido ningún otro pleno, pero es que en el pleno en que se anunciaron las dimisiones ya hubo grandes consensos, en muchos puntos. La decisión de las dimisiones ya la tenían tomada y no hubo tensión en la reunión.
Pero públicamente anuncian que continuarán criticando el Comité Permanente.
Que continuará habiendo secretarios críticos y que no opinen exactamente igual que el Comité, seguro. Pero otra cosa es que tampoco sabemos exactamente quién forma este grupo.
Si la tensión no se palpó en el pleno en que se presentaron las dimisiones, se percibió en los anteriores?
Hubo tensión sobre todo en el anterior, hablando de la lista cívica. Fue el detonante de las dimisiones.
Ahora piden elecciones anticipadas.
Es una fórmula que prevén los estatutos. Si recogen un 5% de firmas de los afiliados de la entidad, pueden pedir una asamblea extraordinaria para debatir la petición de convocar las elecciones, y entonces se tendría que aprobar por mayoría de la asamblea. Pero tienen otras herramientas para hacer valer su opinión.
Cuáles?
Ahora empieza la discusión sobre la hoja de ruta en todas las asambleas territoriales y sectoriales. Aquí tienen una manera de participar y de hacer valer su posicionamiento. Es la alternativa asamblearia marca de la ANC. Si quieren modificar la hoja de ruta, donde se prevé la lista cívica, hay esta vía.
Le sorprende encontrarse en esta situación cuando no hace ni un año que está en el cargo?
Dentro de la Asamblea siempre ha habido voces que no acaban de estar de acuerdo con la hoja de ruta de cada momento. Ahora mismo, la ANC ha hecho un cambio de ciclo, ha puesto sobre la mesa un horizonte para hacer la independencia y cuestiona el autonomismo de los partidos independentistas. Plantea una confrontación total con el Estado. Y esto solo existe en la Assemblea, porque en el Parlament, aunque haya un 52% de voto independentista, no se hace ningún debate sobre como lograr la independencia. Todo esto acaba dentro de la Assemblea. En un momento así, evidentemente hay tensiones, debate, discrepancias sobre cómo hacerlo. Pero todavía hay pocas, con el que tenemos sobre la mesa.
Detrás de esta crisis hay conexiones con los partidos, nada favorables a la lista cívica?
Partimos de la base de que a ningún partido le gusta la idea de la lista cívica. Y la Assemblea es muy transversal. Aquí hay una serie de estrategias enfrentadas. Hay voces que querrían una
La exvicepresidenta de la ANC Natàlia Esteve publicó en El Món un artículo que la apoyaba a usted y que apuntaba que los críticos quieren seguir la línea del Consell de la República, que pide no poner fechas. Cree que es esta la causa de la tensión?
Hay estrategias diferentes sobre la mesa y la de la ANC es impulsar esta lista cívica pero, sobre todo, marcar las próximas elecciones a Parlament como una fecha para hacer el embate, para hacer la independencia. Aun así, precisamente ahora está convocada la Conferencia Nacional del Movimiento Civil Independentista para poner todas las voces en común, también las de otras entidades, para ponernos en red. Sin apriorismos. Sería muy pretencioso decir que saldremos todos convencidos de que se ha aplicar una fórmula determinada, pero sí que empezaremos a trabajar para no generar más tensiones sino para superarlas. Esto también nos lo pide la hoja de ruta.
Pero lo hay un choque con la estrategia del Consejo de la República?
Todos estamos en la línea de hacer la independencia. Nosotros creemos que tenemos que marcar un horizonte y otros no lo tienen tan marcado…
El objetivo es común, pero en la estrategia no hay choque?
No diría choque. Diría diferencias en el planteamiento. Pero son diferencias que evolucionan y ya veremos donde acabamos. Porque aunque digan que no quieren marcar una fecha, ellos también quieren la independencia, por lo tanto, tarde o temprano tendremos que marcar una fecha. Más próxima o más lejana. Nosotros proponemos una fecha pero también queremos que haya un componente de democracia institucional. Yo no hablaría de choque sino de estrategias que tarde o temprano acabarán confluyendo.
También se han posicionado, con un manifiesto próximo a los críticos, ex miembros del Secretariado, de etapas anteriores, y dos vicepresidentes. Uno de estos vicepresidentes es Pep Cruanyes, de la etapa de Eliensa Paluzie. Ellos dejaron vigente la hoja de ruta que ya hablaba de la lista cívica. Cómo interpreta ahora este posicionamiento?
Este manifiesto no es ni a favor ni en contra, señala luces y sombras. Es evidente que hablan de temas y de dudas que ya estaban cuando se aprobó la hoja de ruta, que se aprobó en una asamblea general ordinaria e inmediatamente después se convocan elecciones. Se aprueba por mayoría pero las diferencias se arrastran. De todas maneras estos críticos, como los otros, ahora tienen la oportunidad de incidir en la hoja de ruta de cara a la próxima asamblea general ordinaria. Son gente que participa, que tienen influencia, si quieren cambiar la hoja de ruta la pueden cambiar.
Los dimisionarios se quejan de falta de democracia y afirman, públicamente, que se han aprobado actas con el voto de secretarios que no habían asistido a la reunión del Secretariado. Hablan de un caso con doce de estas firmas.
El sistema de votación de la Assemblea es automatizado y tasado, no se puede manipular. Tiene toda la transparencia del mundo. Lo que pasa es que a veces, como las actas se votan en el pleno siguiente, hay secretarios que no recuerdan que no habían asistido a la reunión anterior y votan a favor de aprobar el acta igualmente, de forma mecánica. En esto tenemos que apelar a la responsabilidad de los secretarios.
Está en peligro el papel del ANC como entidad transversal en el independentismo?
La Assemblea tiene unos órganos de dirección fuertes, el Comité Permanente y el Secretariado Nacional, que tiene 77 miembros. Es un órgano muy numeroso y se genera mucho debate. Aun así hay grandes consensos. Pero la Assemblea está viva y pasan cosas. Sería bueno que no pasara nada la ANC? Si la Assemblea abrazara el autonomismo y no hiciera nada para que nadie se molestara, quizás no habría movimiento. Hay gente que dice que estamos solos. Si abrazáramos el autonomismo con los partidos quizás no estaríamos solos, estaríamos con los partidos, todos quietos. Si no hubiera debate en la ANC, estaríamos tranquilos pero quizás estaríamos muertos.
La gran ebullición que hay se refleja en tensiones dentro de la Asamblea que no tenemos que magnificar ni magnificamos. Nos espolea para continuar el debate. Con los presupuestos del 2023 aprobados, el escenario electoral se sitúa a finales del 2024 o principios del 2025. Por lo tanto tenemos dos años para mover el escenario político y cambiar cosas. Esta crisis mejor que nos haya pasado ahora que dos meses antes de las elecciones.
Domingo hicieron una protesta por la presencia de Felipe VI y hubo poca asistencia. Es útil hacer movilizaciones a menudo y que vaya poca gente?
En este caso no pretendíamos hacer una protesta masiva. Lo que buscábamos era la imagen de protesta. Proyectamos la foto del rey de España boca abajo en las torres venecianas. Mucha gente nos agradeció el gesto, porque alguien mostró que no estamos de acuerdo con la presencia de Felipe VI y que un acto tan relevante como la inauguración del Mobile sea español. Se apropian de todo el que se hace en Cataluña para poner la marca España y subrayar que Cataluña es España. Si no sale la Asamblea a decirlo no sale nadie. Si no ponemos el rey boca abajo en las torres venecianas, queda la foto del rey cenando tranquilamente y mostrándose internacionalmente con el presidente de la Generalitat y la alcaldesa de Barcelona. De cada acto aprendemos, cada momento la movilización es diferente. Pero tenemos que estar en la calle.

A la Conferencia Nacional del Movimiento Civil Independentista van a ir todas las entidades independentistas, incluida Òmnium, con quien tuvieron tensiones importantes a raíz de la manifestación de diciembre por la manera como se estaba reformando el Código Penal. Han encontrado la vía de entendimiento?
Tenemos que tener en cuenta que Òmnium es una entidad de base esencialmente cultural. Tenemos que respetar sus comportamientos. Pero después del 6-D, el 19-G, por la cumbre Sánchez-Macron, ya nos manifestamos juntos. Las dos entidades tenemos clara la confrontación con el Estado, y celebramos que participen en la Conferencia Nacional.
Que se tiene que esperar de esta conferencia?
Queremos poner sobre la mesa el mosaico de ideas y propuestas que hay en estos momentos y hacemos red para poder avanzar, en los momentos claves, hacia la independencia. Queremos generar un engranaje de relación y tener claras las ideas que hay.
Por lo tanto, no esperan llegar a una conclusión concreta?
En este momento nos conviene más tener claro este magma de ideas para ir definiendo después los caminos a seguir. Necesitamos ponerlo todo en común, reconocernos todos como actores por la independencia, con un horizonte en común.
Buscan un pacto nacional, pues?
Exacto. Queremos establecer esta red para que esto no sea flor de un día. Se trata de impulsar el Pacto Nacional del Movimiento Civil por la Independencia, como cuando hubo el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir o el Pacto Nacional por el Referéndum, que en aquel momento estaba impulsado por el gobierno catalán. Ahora no tenemos un gobierno que lo impulse, y además esto es un movimiento civil, por lo tanto lo haremos desde las entidades, con el objetivo de ir a buscar la independencia efectiva.
Donde queda la idea que siempre han defendido de empujar los partidos?
Hemos cambiado un poco el chip. Hemos estado cinco años empujando los partidos y es como empujar una pared. Ahora buscamos rodear la pared. Buscar otras vías para que las instituciones se puedan teñir de independentismo, de aquí surge la idea de la lista cívica. En las instituciones políticas pueden haber representantes de partidos y de agrupaciones de electores, todos con la misma legitimidad democrática. Sería magnífico que los partidos también cogieran la bandera del proyecto independencia y lo hicieran efectivo. Estaremos con ellos si lo hacen.
