La empresa Cegos ha culpado a la Generalitat del caos en las oposiciones de estabilización del pasado fin de semana. Después de varios días de silencio, la compañía subcontratada por Función Pública para hacer los procesos selectivos de oposiciones ha cargado contra la administración catalana por los “incumplimientos” en la preparación de las pruebas. En un comunicado, Cegos asegura que no recibió toda la información necesaria para organizar las oposiciones “ni en tiempos ni en forma” y considera que ha habido un “cumplimiento defectuoso” por parte de la Generalitat.

La subcontrata se ha defendido así de las acusaciones del Gobierno, que ha anunciado que rescindirá el contrato otorgado a Cegos y le reclamará una indemnización. La compañía ha asegurado que su trabajo era solo “una parte” de todo lo que se tenía que hacer para preparar los procesos selectivos y que la Generalitat tenía “responsabilidad exclusiva” en la disposición de los espacios, la distribución de los candidatos y la elaboración del material para los exámenes. Así mismo, Cegos dice que no ha recibido la comunicación formal de la rescisión del contrato.

Uuna de las aulas del Edificio Polivalente de la UdL que se ha adaptado para hacer las pruebas de oposiciones (ACN)
Uuna de las aulas del Edificio Polivalente de la UdL que se ha adaptado para hacer las pruebas de oposiciones (ACN)

Unas oposiciones complejas y carencias en la organización

Cegos, igual que la Generalitat, ha justificado el caos del fin de semana porque las oposiciones de estabilización eran de una “complejidad especial” por la “multiplicidad” de convocatorias y las novedades en el formato de ejecución. La compañía insiste en que ha intentado cumplir con “todos” los aspectos que le atribuye el contrato –impresión de los exámenes, distribución de los materiales, vigilancia de las pruebas y corrección de las respuestas– y declinado cualquier responsabilidad en otras cuestiones. «El éxito del conjunto depende de la buena ejecución de todas las fases, la mayor parte de las cuales son responsabilidad de la Generalitat”.

Una de las grandes críticas de la empresa es que en 151 de las 213 aulas habilitadas por la Generalitat no había suficiente espacio para garantizar que los aspirantes a las oposiciones solo ocuparan el 50% de su capacidad. También niegan que hubiera falta de personal. «En caso de haber contado con el aforo previsto en cada espacio, no se habrían producido la mayoría de las incidencias señaladas”, lamenta. Además, aseguran que advirtieron la Generalitat de los “riesgos” que comportaban unas modificaciones que se hicieron a última hora, pero que no obtuvieron respuesta.

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