El Gobierno de la Generalitat finalmente logrará sacar adelante el decreto de vivienda este miércoles. El ejecutivo de Salvador Illa ha conseguido el visto bueno de ERC, los Comunes y la CUP en una reunión convocada este martes por la tarde por la consejera de Vivienda, Sílvia Paneque. La nueva legislación, que se tramitará como proyecto de ley, regulará los alquileres de temporada. El texto acordado deja claro que el alquiler de temporada es diferente de los permanentes y que se destina exclusivamente a “usos recreativos, turismo o por temporada de vacaciones, sea esta de verano o cualquier otra”. En este sentido, y para aclarar el sentido del alquiler, el contrato deberá estipular la finalidad del alquiler.
El acuerdo también incorpora a la propuesta de ley la definición de fraude: «Cualquier acuerdo contractual que, de manera intencionada, incorpore cláusulas o prácticas engañosas que vulneren los derechos de los consumidores o que desvirtúe el equilibrio contractual en materia de vivienda en los términos contenidos en el derecho aplicable». En este sentido, los grupos avalan la creación de la figura de un inspector que se encargará de «verificar» los contratos firmados y de «detectar fraudes» de ley.

El acuerdo también regulará los alquileres de habitaciones, que constituyen un vacío legal en la ley estatal que reguló el precio del alquiler. El texto ahora acordado por estas cuatro formaciones catalanas expone que, en las zonas tensionadas, la suma del precio de todas las habitaciones no puede «superar» la renta máxima aplicable al arrendamiento total de la vivienda.
Por último, el texto definitivo aterriza una conclusión compartida sobre el segundo tema espinoso de la negociación, las viviendas protegidas. En este aspecto, los grupos fuerzan al Gobierno a prorrogar el plazo de las viviendas de protección oficial en zonas tensionadas, una reclamación tanto de los Comunes como de la CUP que finalmente ha acabado aceptando el departamento dirigido por Paneque. La protección será de entre 10 y 30 años en función de las casuísticas de las diferentes promociones.
Negociación contrarreloj
El pacto entre las cuatro formaciones llega cuando faltan menos de 24 horas para que el Parlamento de Cataluña vote el decreto de medidas urgentes en vivienda. A primera hora de la mañana, varias voces de ERC y la CUP y la misma Paneque lo veían con «optimismo», a pesar de que esta regulación había abierto la primera gran grieta entre los Comunes y Salvador Illa. El portavoz ecosocialista, David Cid, dice que el acuerdo final es «de máximos» y un «salto adelante muy importante para acabar con el negocio de la vivienda». También lo celebra la exresponsable de Territorio, la republicana Esther Capella, que no se salió con una regulación similar cuando formaba parte del Gobierno Aragonès. «Estamos donde ERC lo dejó hace un año, pero ahora somos muchos más», ha dicho hoy. La CUP ha defendido su voto favorable a una medida de Illa porque ningún grupo político «se apropie de lo que es una conquista social». Los tres grupos parlamentarios también han acordado incorporar sus enmiendas al texto de la ley.