El diputado y cabeza de lista de la CUP en Barcelona a las elecciones estatales del próximo 23 de julio, Albert Botran, ha avisado al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que el Gobierno catalán necesita un “cambio de políticas” más allá del cambio de consejeros. En una entrevista en TV3, Botran ha criticado que la remodelación anunciada por Aragonés quedará en nada si no hay un giro de 180 grados en sus políticas, “muy continuistas en el ámbito económico”, ha criticado.
Botran ha lamentado que la exconsejera de Acción Climática, Teresa Jordà, no levantara la voz ni se opusiera públicamente al proyecto del Hard Rock, que considera “la antítesis” de prepararse para afrontar el cambio climático. También ha criticado el legado del hasta ahora consejero de Educación, Josep González Cambray, que se marcha con un largo historial de huelgas y protestas y ha conseguido ponerse en contra “a todos los maestros” con medidas controvertidas como el adelanto del inicio de curso.
La CUP quiere vender cara la investidura de Sánchez
Cuestionado por el papel que hará la CUP en el Congreso de los Diputados si el actual presidente español, Pedro Sánchez, necesita sus votos para repetir en la Moncloa, Botran ha insistido en que la formación votará en función del planteamiento que tenga el líder socialista respecto al derecho de autodeterminación. Los cupaires, que actualmente tienen dos diputados en Madrid, consideran que es una línea roja que Sánchez tendrá que atender si quiere los votos para evitar un gobierno de PP y Vox, que con todo podrían obtener mayoría absoluta, según las últimas encuestas. Botran ha dicho que no sabe si estará cuatro años más en el Congreso si sale elegido y se ha comprometido a dar el relevo “cuando sea necesario”.
El diputado de la CUP ha aprovechado la entrevista para cargar contra la presidenta de Junts, Laura Borràs, por su propuesta de respetar la lista más votada en Ripoll, donde ha ganado un partido de extrema derecha independentista. Botran considera una “frivolización” las palabras de Borràs y ha advertido que no tiene en cuenta la “gravedad” de permitir que un partido con un discurso “xenófobo” y que “niega la humanidad misma” pueda gobierno una capital de comarca. “No sé a quién hará caso la gente de Junts de Ripoll, si a Borràs o al sentido común”, ha dicho.
