El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha defendido su obra de gobierno en una de las semanas más complicadas desde que ocupa el cargo. El socialista, acorralado por los escándalos y los abusos machistas de algunos dirigentes del partido, ha reafirmado la voluntad de mantenerse en el cargo a pesar de las circunstancias “complejas” que lo rodean. Sánchez ha admitido “errores” en la gestión de las denuncias machistas hacia figuras de la ejecutiva socialista y ha distanciado su manera “contundente” de actuar contra la corrupción de la “connivencia” del PP durante la etapa de Mariano Rajoy y Pablo Casado.

«Habremos cometido errores, como todos”, ha dicho sobre los abusos machistas. “Pero siempre debemos recordar lo importante, y es que todos los derechos y todas las libertades de las mujeres han venido de la mano de las mujeres y del Partido Socialista Obrero Español. Todos ellos», ha defendido durante un mitin electoral en Extremadura, donde los pronósticos no son muy buenos para el PSOE. En las últimas semanas, mujeres del partido han denunciado diferentes acusaciones de acoso que han forzado la dimisión de Francisco Salazar, exasesor del gobierno español y miembro de la ejecutiva socialista, y Toni González, alcalde de Almussafes y vicesecretario del partido en el País Valenciano.

Sánchez en un acto electoral en Extremadura | Carlos Criado / Europa Press

Atiza el ‘y tú más’ contra el PP con la corrupción

Los casos de machismo se suman a la sombra de corrupción, cada vez más sobre el líder del PSOE. A los casos que afectan a los antiguos secretarios de organización del partido, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, se le suma ahora la investigación de la exmilitante socialista Leire Díez. Sánchez, en todo caso, ha defendido su manera de actuar en contraposición a la del PP. «Somos los primeros en poner en pie este protocolo y lo hacemos con contundencia y con transparencia. Igual pasa con la corrupción, que es una traición al Partido Socialista y a nuestros principios. Nosotros actuamos con contundencia y extirpamos de raíz este caso, mientras que a la derecha lo que vemos es la connivencia», ha manifestado.

Sánchez, en lo que ya es una defensa habitual, también ha recordado las sospechas de corrupción que envolvían a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que el líder popular de entonces, Pablo Casado, quiso investigar. «Casado denunció la corrupción de Ayuso y su connivencia llevó a [Alberto Núñez Feijóo] al frente del partido», ha atizado. «¿Pero qué lecciones nos darán?», ha concluido. 

A pesar de los días oscuros que viven en la Moncloa, el presidente español insiste en que “vale la pena gobernar, aunque sea en estas circunstancias”. A la ruptura de Junts, constatado que no hay avances en los pactos clave de la legislatura, se suma el distanciamiento de ERC y el resto de socios de investidura. La petición de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar –socio de coalición– Yolanda Díaz de hacer una “renovación profunda” del gobierno, que el PSOE ha descartado, suma aún más presión sobre Sánchez.

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