El estallido del caso Cerdán está poniendo contra las cuerdas al PSOE. Quien ha aprovechado este momento de debilidad de los socialistas ha sido la derecha española, quien ha pedido un cambio en el gobierno del Estado español. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez convoque elecciones generales porque no hay «cortafuegos posibles». Un cambio que desde Vox también promueven calificando a Sánchez de ser «el líder de la corrupción» y al PSOE de «mafia de delincuentes», motivos por los cuales la formación ultra ha pedido que el PP presente una moción de censura contra el líder socialista y que «rompa todos los puentes» con el presidente español.

Pero desde el PP no ven tan estratégica una moción de censura y la descartan frontalmente para no dar un «balón de oxígeno» a Sánchez, aunque sí piden a los socios del gobierno socialista que hagan una «reflexión» y señalando que si no abandonan el PSOE y el gobierno español serán «cómplices» de la corrupción. «Nadie debería estar dentro del muro de contención de Sánchez, que acabará mal», ha asegurado Feijóo.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz conversan en el Congreso en una imagen de archivo / Europa Press

Los socios de Sánchez en el gobierno piden un replanteamiento

El escándalo del caso Cerdán también está haciendo tambalear al gobierno de coalición. La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del gobierno español, Yolanda Díaz, ha «exigido» que las sinergias en el gobierno de coalición español cambien y se establezca «un nuevo marco de relaciones entre el PSOE y Sumar». «No podemos seguir así» ha afirmado una Yolanda Díaz que no se ha mordido la lengua al calificar el caso Cerdán como «inaceptable». La líder de Sumar también ha cargado contra el bipartidismo dominante del Estado español y ha asegurado que el gobierno español «necesita un punto de inflexión», se debe hacer «un reinicio» y «un giro de 180 grados desde la perspectiva social». Unas palabras que ha sentenciado con una exigencia hacia el PSOE, a quien ha exigido que haya un trato «de igual a igual» entre Sumar y los socialistas.

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