Este miércoles por la mañana, la presidenta de la mesa del Congreso, Francina Armengol, ha fijado el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo el 26 y 27 de septiembre. Así pues, empieza una carrera a contrarreloj para que el candidato de los populares busque los cuatro apoyos que le faltan para conseguir la mayoría absoluta en la cámara baja. Para encarar estas nuevas negociaciones, Feijóo ha abierto la puerta a pactar con Junts y ERC: «Nosotros tenemos una clara línea roja, que es Bildu, por razones obvias», ha asegurado la portavoz en el Congreso del PP, Cuca Gamarra, en una entrevista en Telecinco este miércoles por la mañana. Esta es la misma línea discursiva que ha adoptado también el eurodiputado y vicesecretario de Asuntos Institucionales del PP, Esteban González Pons, subrayando que la «tradición» y la «legalidad» de los partidos independentistas no está en entredicho. Un discurso que adopta otro tono cuando se dan cuenta de la relevancia del independentismo en estas negociaciones.
La situación por los populares es complicada. De hecho, el escenario más probables es que no consigan los apoyos necesarios que buscan, puesto que el independentismo no se ha mostrado abierto a negociar con el PP, y el PNB tampoco ha expresado la voluntad de formar parte de una investidura con la extrema derecha involucrada. Hoy por hoy, el candidato del PP cuenta con 172 votos del PP, Vox, UPN y Coalición Canaria, insuficientes para superar la votación en la cámara baja española. Aun así, se ven confiados a poder conseguir todos los apoyos que necesitan: «Es una negociación, un diálogo que se tiene que llevar a cabo dentro del marco parlamentario, de los grupos parlamentarios», defiende Gamarra. «Hay varias fuerzas políticas e iremos planteando estas conversas», insiste.

Posible repetición de elecciones
Ahora bien, todo y la confianza de los populares en verso su capacidad de persuasión, los socialistas creen que el intento de investidura de Feijóo resultará fallido. Tal como queda recogido en la ley electoral, con la primera votación el 27 de septiembre, en caso de no conseguir todos los apoyos necesarios después de dos meses de la celebración de la primera votación, el monarca español se verá obligado a disolver las Cortes y convocar unos nuevos comicios. Así pues, unas hipotéticas nuevas elecciones tendrían lugar el próximo 14 de enero.