Rusia es culpable. Parece que en todas partes y siempre. Así se desprende de uno de los últimos informes del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), el gran think tank del ministerio de Defensa. El documento, con el título Nueva Caledonia: el futuro incierto de una isla francesa en el Indo-Pacífico, del pasado 10 de abril y al que ha tenido acceso El Món y que lleva la firma de la doctora en Seguridad Internacional María Pilar Doñate Sanz, defiende la tesis de que tras el proceso independentista de la colonia francesa se encuentran Azerbaiyán, China y Rusia con el «propósito de desestabilizar el Elíseo». También acusan especialmente a Rusia de ciberataques y campañas de desinformación.
De esta manera, los analistas del ministerio que dirige Margarita Robles vuelven a involucrar a Rusia con los movimientos soberanistas que cuestionan los grandes estados europeos. De hecho, el mismo IEEE alimentó la conexión rusa del proceso del Primero de Octubre en varios documentos y estudios, que fueron respaldados por el Instituto Elcano, el gran think tank del Estado y los informes del Departamento de Seguridad Nacional, que entonces dirigía el general Miguel Ángel Ballesteros. Una idea que generó hasta tres instrucciones judiciales donde se intentaba relacionar a Rusia, sus servicios secretos, con el proceso independentista y el mismo presidente en el exilio, Carles Puigdemont.

«Un período de violencia»
Según resume el documento, el 13 de mayo de 2024, en Nueva Caledonia se inició «un período de violencia en respuesta a la tramitación de una ley que permitiría modificar el cuerpo electoral de la isla». Un escenario que el gobierno francés quiso afrontar decretando «un estado de emergencia que se prolongaría durante semanas y que incluiría la prohibición de reunión, portar armas o vender alcohol, el cierre del aeropuerto a vuelos comerciales».
A partir de este hilo, el documento de opinión del IEEE subraya «el futuro de incertidumbre de la isla» en base a dos ejes. Por un lado, «el peso de su pasado colonial». Y por otro, «las injerencias en la isla y en el independentismo canaco de potencias como Azerbaiyán, China y Rusia cuyo propósito implica desestabilizar el Elíseo.»

Rusia, Crimea o Ucrania
Según explica el documento, el objetivo de Rusia con Nueva Caledonia son los «intereses económicos y geopolíticos» que puede tener allí. «Sin entrar en detalles sobre cómo la relación entre los dos países [Rusia y Francia] se ha ido tensionando a causa, entre muchos otros factores, de la posición del país galo ante la anexión de Crimea en 2014 o la invasión de Ucrania en febrero de 2022», contextualiza el análisis. «Rusia, por tanto, también tendría un papel en la evolución de los eventos de Nueva Caledonia por diferentes medios», enfatiza el think tank de Defensa.
Así, resaltan que en cuanto al independentismo, «el Kremlin apoyaría a Kémi Séba, un famoso influencer panafricanista nacido en Francia y de familia beninesa, crítico con el colonialismo.» Así citan algunos medios -Jeune Afrique o Die Welt- que informan sobre el cobro del influencer de 400,000 dólares desde entidades dirigidas por Wagner -grupo privado de defensa concertado con el ejecutivo de Vladímir Putin- entre 2018 y 2019 y actualmente se le estaría llevando a cabo una investigación por injerencia extranjera.
«Además, los ciberataques imputados al Kremlin se han sucedido», sentencia el IEEE. De esta manera citan ejemplos supuestos como el del 21 de mayo de 2024 el archipiélago habría sufrido un fuerte ciberataque tras el anuncio de la visita de Emmanuel Macron a Numea; el 31 de diciembre del mismo año estos irían dirigidos a servicios públicos de Nueva Caledonia y la Polinesia. «Aun así, Rusia estima que la situación de Nueva Caledonia (y otras islas como Martinica), se deben a un proceso de descolonización inacabado», concluye el documento.