La candidatura con la cual el presidente en el exilio, Carles Puigdemont, concurrirá a las elecciones en el Parlamento del próximo 12 de mayo ya tiene nombre y será una combinación del nombre del partido con el del candidato. Se llamará Juntos+Puigdemont por Cataluña y la voluntad, según ha detallado el partido en un comunicado, es construir una candidatura que permita afrontar «esta nueva etapa» con la incorporación de «nuevos perfiles y apoyos» provenientes de «diferentes sectores» y con el objetivo de «recuperar la fuerza de la unidad y devolver a los ciudadanos la confianza en las instituciones catalanas».
El anuncio ha llegado el día siguiente de firmar en Perpiñán (Cataluña Norte) el acuerdo de coalición con siete formaciones más -Juventud Republicana, Alternativa verde, Reagrupamiento, Acción por la república, Estado Catalán, Movimiento de Izquierdas de Cataluña (Mescat) y Demócratas- para construir un frente de país «tan ancho como sea posible». El ya conocido como el Acuerdo del Vernet nace con el compromiso de todas estas formaciones de acompañar Carles Puigdemont en su camino «hacia la restitución llena» y con el objetivo de formar un «gobierno fuerte». De hecho, el manifiesto remarca que Junts y el resto de formaciones quieren recuperar la iniciativa política y situar Cataluña en una «posición óptima» para culminar el Proceso que Cataluña inició el octubre del 2017.
Después de la negativa de ERC a la lista conjunta, Puigdemont fue muy contundente con cuál es su objetivo y lo contrapuso con el papel de los republicanos. «Un país no avanza con un Gobierno que salga rendido de casa, porque no tiene ideas ni proyecto o por no incomodar más de la cuenta el PSOE», afirmó, y también dejó claro que «son dos rendiciones». «Ni una ni la otra tienen que gobernar Cataluña», sentenció durante su discurso después de sellar el acuerdo de coalición.

Una candidatura para continuar el camino iniciado el 2017
Carles Puigdemont defiende que la solución pasa para acabar el camino que se inició en 2017 con el referéndum del 1 de octubre. Así, considera que la única manera de asegurar el futuro de Cataluña es la independencia y lo dejó bien claro ayer: «Ninguna de las propuestas que ha hecho el Estado en estos años durísimos, ni una vez, ha podido desmentir la idea que el mejor por el futuro de Cataluña es una Cataluña independiente».
Así mismo, otro de los aspectos que puso sobre la mesa para denunciar esta situación y dejar claro que la única solución es la independencia fue la no ejecución de presupuestos y, en este sentido, incidió que los costes de la «dependencia» con el estado español son del todo insostenibles para Cataluña y criticó que año tras año el gobierno español, sea del color que sea, deja «echados» ocho millones de catalanes en beneficio de la Comunidad de Madrid.