La victoria pírrica del PP en las elecciones del 23-J ha permitido al PSOE afrontar con cierto optimismo las negociaciones para una hipotética investidura de Pedro Sánchez. El escenario actual, en el que Junts tiene la llave de todo, está lejos de ser el ideal para los socialistas y en Ferraz se han resignado a tener que negociar con Carles Puigdemont. El único consuelo del PSOE es que el líder del PP, Albert Núñez Feijóo, ha constado que los pactos con Vox le pasan factura y está solo. Por lo tanto, en Madrid encaran las conversaciones con Junts con la disyuntiva entre gobierno de Sánchez y repetición electoral.
Pedro Sánchez no contempla unas nuevas elecciones y está convencido que encontrará la “forma de la gobernabilidad”, que según se ha filtrado a algunos medios implicaría una propuesta para rebajar la represión judicial y evitar nuevos encarcelamientos. En el PSOE son conscientes que la postura de Junts es complicada y fuentes de Ferraz aseguran que buscarán alguna fórmula que permita a Puigdemont justificar ante su electorado la investidura de Sánchez. Pero el reto es mayúsculo, puesto que Junts tiene pocos incentivos para abandonar su intransigencia, sobre todo pensante en unas futuras elecciones al Parlamento.

El expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que ha recuperado protagonismo y ascendencia durante la campaña electoral, ha reconocido que las negociaciones con Junts serán “más difíciles” que con otros partidos, pero es consciente que el PSOE no tiene más opciones. “Se tiene que hacer, esto es la política”. La repetición de las elecciones deja a todo el mundo ante un escenario muy incierto. La sensación es que se ha evitado la mayoría de PP y Vox por la mínima y nadie se atreve a pronosticar una nueva movilización de la izquierda para parar la extrema derecha. En una entrevista en la Sexta, Zapatero ha repetido lo mismo que dice el PSOE: el referéndum de autodeterminación que reclama Junts “no tiene cabida en la Constitución” y considera que es una “discusión estéril”.
El PP, incapaz de construir una alternativa a Sánchez
La situación del PP después de las elecciones también es compleja. Los resultados electorales, a pesar de ser buenos, no son suficientes buenos como para poder construir una alternativa a Pedro Sánchez. Los populares no tienen suficiente con Vox para llegar a la mayoría absoluta y ahora ven como los pactos con la extrema derecha les han dejado solos en el Congreso. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, anunció lunes que abriría una ronda de conversaciones con el PNB y Coalición Canaria para intentar obtener los escaños que le faltan, pero ambos partidos le han cerrado la puerta en las narices.
Los barones del PP, a pesar de criticar la mala campaña de Feijóo, han cerrado filas con el presidente del partido y apuestan porque se presente a la investidura, aunque fracase. No quieren cometer el mismo error que Inés Arrimadas, que ganó las elecciones al Parlamento de Catalunya en 2017 y no intentó presentarse a la investidura. El PP todavía confía que el PSOE acabe absteniéndose si no consigue los apoyos necesarios para investir a Sánchez con el objetivo de evitar una repetición electoral.