El Partido Popular ha recuperado la fuerza en el País Valenciano y ha ganado las elecciones a las Cortes Valencianas. La lista liderada por Carlos Mazón ha obtenido 40 diputados de los 99 totales. Esto significa que no podrá gobernar en solitario y necesitará los votos de Vox. La ultraderecha ha conseguido 13 diputados. Ambas fuerzas han aumentado muchísimo su representación. El PP ha pasado de los 19 a los 40 diputados, es decir, más del doble, y Vox de los 10 a los 13. Ciutadans, sin embargo, que había obtenido 18 en 2019, los ha perdido todos, como ha pasado en el resto del Estado español.
Por otro lado, los grandes derrotados de la noche electoral en el País Valenciano han sido los partidos de izquierdas y Ximo Puig, el hasta ahora presidente de la Generalitat. El PSPV, Compromís y Podem, que habían gobernado en las últimas dos legislaturas mediante el conocido como Acuerdo del Botánico no han podido revalidar los resultados de las anteriores elecciones. El batacazo más grande ha sido para Podem, que se ha quedado sin representación después de haber obtenido 8 regidores en 2019. Compromís ha perdido tres y se queda con 14, mientras que el PSPV sube y pasa de los 27 a los 32, que no dejan de ser insuficientes.

Compromís pierde el Ayuntamiento de Valencia
Por otro lado, Compromís ha perdido el que había sido su gran triunfo en los últimos ocho años: la alcaldía de la ciudad de Valencia. Joan Ribó no podrá repetir gobierno, puesto que el Partido Popular y Vox también suman la mayoría en el Ayuntamiento de la capital. El resultado final ha sido muy ajustado. Compromís y el PSPV suman 16 regidores, por los 17 de la derecha y la ultraderecha. María José Català se convertirá, pues, en alcaldesa de Valencia y recuperará así la silla que dejó libre Rita Barberà en 2015.