Las disputadas elecciones en el parlamento basc, con un empate técnico por la primera posición entre Euskal Herria Bildu y el Partido Nacionalista Vasco, han dejado, por encima de todo, una cosa clara. La cámara legislativa en Euskadi sale de este 21 de abril con un dominio soberanista inaudito en los últimos años. Entre las dos formaciones, como recuerda el candidato abertzale Pello Otxandiano, suman 54 escaños y un 56,4% del voto, hecho que confirma la cámara «más soberanista de la historia». Tanto jeltzales como abertzales ven este 21 de abril como una victoria del autogobierno, en palabras del presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortúzar. A pesar de la clara apuesta de la ciudadanía de los tres territorios históricos por opciones de corte nacional, desde el PNB se han emperrado a resaltar la «pluralidad» de la cámara saliente de estos comicios, hecho que también ha subrayado el jefe de cartel del PSE, Eneko Andueza -una pista del recto camino que tienen socialistas y nacionalistas para reeditar la coalición de gobierno que ha sostenido Íñigo Urkullu a la Lehendakaritza los últimos cuatro años-.
EH Bildu ha llevado, en sus intervenciones públicas posteriores al resultado, la bandera soberanista por encima de todo. El coordinador general de la formación, Arnaldo Otegi, de hecho, ha puesto los resultados de este 21 de abril en el contexto del conjunto del territorio. Si bien la izquierda independentista vasca ocupa la segunda posición en apoyos a la Comunidad Autónoma Vasca, Otegi ha celebrado los «más de 400.000 votos» que acumulan los abertzales a sus siete territorios de referencia, los que conforman Euskal Herria: Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Navarra, y los territorios del Estado francés Baja Navarra, Labort y Suela. EH Bildu es, a ojos de Otegi, «la primera fuerza abertzale en Euskal Herria con todavía más diferencia que ayer».
Un cambio «imparable»
En un sentido similar, Otxandiano ha agradecido a los votantes el «salto político» al cual han impulsado a la izquierda soberanista. «El mapa político de los tres territorios es completamente nuevo. Ya no hay una suela bastante política que los vertebre; hay dos», ha gritado el jefe de cartel de EH Bildu a los comicios. Más allá de la «lógica de partido», que proporciona a los independentistas lo «mejor resultado de su historia», el presidenciable ha celebrado especialmente la «perspectiva de país» de las cifras surgidas de las votaciones de este domingo. «El parlamento vasco es lo más soberanista de la historia, y tiene mayoría absoluta de izquierdas», espeta Otxandiano, hecho que impone un compromiso para «lograr mayores cotas de soberanía» para aplicar «políticas públicas progresistas». «El cambio está en marcha, y es imparable», añade.

El PNB reivindica la gestión
Frente a un EH Bildu que ha buscado exaltar las posturas próximas en el independentismo, el Partido Nacionalista Vasco ha mantenido el perfil institucional. En su intervención posterior al recuento electoral, el candidato jeltzale y prospectivo lehendakari Imanol Pradales se ha comprometido a «formar un gobierno de hombres y mujeres de solvencia contrastable», subrayando la experiencia de gestión como principal activo de su formación de cara a la legislatura entrante. Similar ha sido la postura de Ortuzar, que atribuye la victoria en votos -empate en escaños- en un «programa sólido de gobierno», agradeciendo el «servicio en Euskadi» a un emocionado Urkullu. Pradales, que sale reforzado de los comicios precisamente el día de su cumpleaños, se ha puesto al servicio de la ciudadanía «todos y cada uno de los días» de su actividad institucional.
Felicitaciones desde Cataluña
Las fuerzas independentistas catalanas han sido las primeras a enviar sus mensajes de apoyo a la ancha mayoría soberanista lograda en el País Vasco. La candidata de la CUP a las elecciones del 12-M, Laia Estrada, ha enviado a EH Bildu felicitaciones desde su cuenta de la red social X -antiguo Twitter-. A ojos de Estrada, «el adelanto» de los abertzales supone «un paso importante para las luchas de todos los pueblos oprimidos por el Estado español». También desde Esquerra Republicana han enviado escalf a la formación de Otegi y Otxandiano. El presidente del partido, Oriol Junqueras, ha descrito los resultados como «complicados, pero esperanzadores»; mientras que el presidente de la Generalitat y candidato de los republicanos en el Parlamento, Pere Aragonés, ha destacado el «crecimiento indiscutible» de la «confianza en el independentismo de izquierdas» País Vasco. Desde Juntos por Cataluña, por su parte, han puesto el foco en la victoria del PNB. El secretario general de la formación, Jordi Turull, ha felicitado Pradales como previsible nuevo Lehendakari; aplaudiendo los 54 escaños soberanistas. «Más Euskadi y menos España como síntesis del que han dicho las urnas», argumenta Turull.

21 de abril en clave española
Por su parte, los partidos españoles conviven con una posición secundaria a las instituciones vascas. El que más se acerca a la gestión es el actual socio de gobierno de los nacionalistas, el PSE-EE, que vuelve a ser clave en la gobernabilidad con 12 escaños, una mejora de dos diputados respecto de los 10 logrados el 2020. El secretario general y cabeza de lista del socialismo vasco, Eneko Andueza, ha celebrado el aumento de votos, reivindicando su formación como «necesaria» para el futuro del País Vasco. Las cifras definitivas permiten reeditar la mayoría absoluta con los jeltzales, con 39 diputados entre ambos -un más del requisito para formar gobierno-.
El PP, por su parte, ha ganado un asiento en la cámara vasca, y se reivindica como «la fuerza constitucionalista» que capitanea la resistencia a cualquier apuesta por el autogobierno. Un papel que tendrán que compartir con la extrema derecha, a quien no han estado capaces de neutralizar. El líder de Vox, Santiago Abascal, ha sido el único jefe de cartel estatal que ha tomado la voz de su franquicia vasca para lamentar que «ETA y el partido separatista» hayan salido ganadores de la contienda electoral. Finalmente, la izquierda española tendrá solo un diputado, el secretario general del Partido Comunista de Euskadi, Jon Hernández, que ocupará uno de los 25 escaños asignados en Álava. La jefa de lista de la formación, Alba García, se ha mostrado «satisfecha» con un 3,3% de voto que supone un importante retroceso para los de Yolanda Díaz en Euskadi; escudándose en un contexto «muy complicado» y «polarizado» que los deja fuera de juego.




