La vicepresidenta segunda del gobierno español y líder de Sumar, Yolanda Díaz, se ha mostrado muy convencida este miércoles que habrá un «gobierno progresista» desprendido de la reunión que mantuvo este pasado lunes por la mañana con Puigdemont desde Bruselas. Es decir, Díaz cree que Junts apoyará a una posible investidura de Pedro Sánchez una vez la de Feijóo prevista por el 26 de septiembre no obtenga el resultado que vuelan los populares: «Después de la conversación con el señor Puigdemont estoy convencida de que habrá un Gobierno progresista en España y que, además, tenemos que ver en Cataluña no como un problema sino como una auténtica oportunidad», afirma con firmeza.
Estas han sido las declaraciones de Díaz en un acto junto a la secretaria del Partido Democrático italiano, Elly Schlein, y del diputado en el Parlamento italiano Andrea Orlando, con motivo de su asistencia a la Fiesta de la Unidad que organiza formaciones progresistas. Un tema que no ha podido evitar comentar, también, es la reforma «urgente» del Reglamento del Congreso que han registrado esta mañana varios grupos parlamentarios, entre los cuales el suyo. Díaz ha celebrado que se haya hecho este paso adelante para permitir que se puedan hablar todas las lenguas oficiales dentro de la cámara baja, y cree que es un paso más para el entendimiento con el independentismo para negociar una investidura. De hecho, Díaz ha desgranado que ha hablado con varios líderes catalanes y cree que «absolutamente» habrá un ejecutivo progresista que permita progresar a escala económica, en materia de trabajo, en feminismo y en la lucha contra el cambio climático.

Una mirada europea
Díaz también ha querido destacar que la futura legislatura española tiene que tener un carácter europeo «social». Unas afirmaciones que coinciden de pleno con la presidencia europea actual que está en manos de Sánchez. Por la líder de Sumar se necesita una Europa «social» que tenga a los trabajadores «dentro» y no generar más desafección hacia la política, que es «caldo de cultivo del populismo». De este modo, ha prometido que no se puede aplicar una política basada en los «errores del pasado», es decir, en los «recortes» y ha cargado contra la política del Banco Central Europeo con una subida de tipo de interés «sin control», que genera «enorme empobrecimiento y malestar» en las clases sociales.