La CUP ha vuelto a poner sobre la mesa una moción de censura para echar la alcaldesa Sílvia Orriols del Ayuntamiento de Ripoll. El detonante que ha llevado a los anticapitalistas a reclamar estas medidas contra la alcaldesa ha sido que desde el perfil oficial del consistorio de la capital del Ripollès han instado a la expulsión de un hombre de origen marroquí que se encuentra en situación irregular. El hombre, que dormía en la calle, ha pasado a disposición de la policía española a raíz de la actuación de las autoridades municipales.
Categorizándolo como una injusticia, los anticapitalistas han pedido al resto de formaciones políticas que los apoyen y apoyen a una moción de censura para echar la alcaldesa de Alianza Catalana del Ayuntamiento: «No puede pasar ni un día más sin que se desaloje la extrema derecha del Ayuntamiento de Ripoll. La moción de censura a Orriols es una urgencia democrática. Ni un día más con la ultraderecha expulsando vecinas, ni un día más patrimonialitzant el Ayuntamiento para gobernar contra la gente», espetan.
Desde Juntos por Ripoll, su líder, Manoli Vega, también se ha mostrado muy crítica con la actuación del Ayuntamiento de Orriols, pero no se ha posicionado respecto a la propuesta de los cupaires: «No se puede hacer es esto, echarla, colgarlo en las redes y sentirse orgulloso de esta actuación. Esto no lo podemos permitir«, asegura en unas declaraciones en TV3 este miércoles. El regidor socialista Enric Pérez también se ha añadido a las críticas al consistorio: «Es inmoral, indecente, inadmisible hacer exhibicionismo público de una persona sin hogar, que está durmiendo en la calle, a través de los perfiles de las redes sociales del Ayuntamiento».
La respuesta de Orriols
A pesar de las críticas del resto de formaciones de Ripoll, la alcaldesa defiende la actuación que han hecho desde el Ayuntamiento. A través de una piada, Orriols defiende que «el Ayuntamiento de Ripoll y la Policía Local han cumplido con su deber. ¿Es agradable? No. ¿Es necesario? Sí.», sentencia porque «la otra opción es colapsar los servicios sociales, el sistema educativo, el sistema sanitario, y arriesgarse a un aumento de la inseguridad, del incivismo y la delincuencia», añade. En declaraciones en la televisión pública de esta mañana, la alcaldesa ha defendido su posición alegando «motivos humanitarios».